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Locutora de Radio Pirenaica

María José Capellín: «Con la democracia, La Pirenaica perdió sentido y ya no encajaba en el país»

Antropóloga y directora de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Oviedo, Capellín fue locutora de La Pirenaica a mediados de los años 70, etapa que recordó ayer en la presentación de la web devuelvemelavoz.ua.es dentro de las jornadas de la memoria histórica en el 75 aniversario del final de la Guerra Civil

María José Capellín, ayer en Alicante. RAFA ARJONES

¿Cómo llegó usted a radio Pirenaica?

Yo tenía 24 años y me había exiliado a Suiza por cuestiones políticas. Aunque no tenía experiencia en radio, el PC me ofreció colaborar y acepté. Yo era una joven comunista clandestina y me parecía fascinante colaborar en una emisora que para nosotros era mítica, y además conocer Rumanía, donde estaba entonces la radio. Estuvimos allí un par de años, hasta finales del 76. Todos éramos militantes del PC, no profesionales de la radio. Había allí una mezcla muy curiosa de gente como el director que llevaba más de 30 años dirigiendo la emisora. Había un antiguo general, un militar que fue profesor de franco en la academia... gente que era historia en sí, que habían vivido lo que aparecía en los libros. Fue una experiencia vital fascinante.

¿Cómo trabajaban para difundir lo que ocurría en España?

Teníamos fuentes más o menos oficiales con el apoyo del régimen de Rumanía que nos facilitaban los teletipos de las agencias. En mi etapa recibíamos revistas españolas, como Triunfo y Cuadernos para el Diálogo, pero también de las adeptas al régimen. Nuestra tarea era leerlo todo y extraer de ahí lo que nos interesaba. También llegaba mucha información de la resistencia desde dentro del país. Manifestaciones en Euskadi, juicios de ETA o temas de amnistía los dábamos con una diferencia de minutos. La resistencia internacional llamaba directamente. Había mucha movilización porque había mucho amigo de la Pirenaica, muchos de ellos brigadistas internacionales. Había todo un canal destinado a hacer llegar la información.

¿Y cómo eludían el control del franquismo?

Pues por ejemplo llamaba alguien desde una cafetería de España a París, y desde ahí otro lo mandaba a Rumanía y en cinco minutos lo contábamos en las ondas. Desde la cárcel de Burgos salía información sobre torturas o castigos en papel de fumar finísimo metido en el borde de un vestido o en un alimento. En una ocasión los funcionarios registraron la cárcel de Burgos pensando que la emisora estaba allí. Yo, por ejemplo, vi las declaraciones de las 13 rosas en los papeles que llevaron en la ropa antes de morir. Lo malo de este sistema es que sólo teníamos una versión, entusiasta, pero parcial de las cosas.

¿El contenido de la emisora era sólo político?

Al principio sí. Consignas políticas, entrevistas a líderes comunistas e intelectuales, etc. Luego se recogía también a otros grupos sociales de la resistencia. En mi época conseguimos además poner música que era muy importante para los jóvenes, aunque los históricos creían que era una pérdida de tiempo, pero el director nos apoyó y poníamos mucha canción protesta.

¿Eran conscientes de lo importante que era La Pirenaica para miles de personas?

Nosotros lo veíamos como algo de otra época. Eramos conscientes de la enorme importancia que había tenido por ejemplo cuando yo era una niña. Cuando yo estaba allí había ya había mucha información dentro el país.

¿Qué retransmisión recuerda con más emoción?

Los últimos ejecutados por Franco. Luego, más que la emoción de la transmisión, a mí me dolió mucho ver a mucha gente que esperaba volver a España y murió antes de que le llegara la amnistía. También recuerdo con cariño la salida de presos, que celebrábamos con mucha alegría.

La emisora dejó de emitir en 1977, ¿ya no tenía sentido?

Ya no encajaban en este país. Pasó como con mucha gente que en el exilio tenía idealizada España y al volver vio que no respondía a sus sueños. Algunos soñaban que La Pirenaica tendría su espacio o el PC tendría más éxito, y no fue así. La emisora dejó de tener sentido.

¿Ha hecho radio luego?

Participo en un par de tertulias y me ha hecho ilusión, pero la radio de ahora no se parece en nada a la de entonces cuando teníamos que buscar la onda exacta para evitar las interferencias.

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