­El reglamento de la Ley de Costas que entró en vigor en mayo de 2013 y ha salvado, de entrada, mil viviendas en la Albufereta y Santa Pola, apuesta ahora, en contraposición con la legislación anterior, por un mayor aprovechamiento turístico de las playas, lo que se traducirá en permisos más flexibles para ampliar los restaurantes construidos en los paseos marítimos hasta los 270 m2 y la celebración de fiestas en la arena, algo que quedará, no obstante, a criterio de los ayuntamientos, que al igual que los empresarios cuentan ahora con una nueva fuente de ingresos.

La ley distingue lo que son playas urbanas y naturales, que seguirán blindadas, pero en las primeras, grupo en el que están, por ejemplo, los principales arenales de la Costa Blanca, el Gobierno levanta la mano. En concreto, en las urbanas, los requisitos serán más suaves. Las dimensiones máximas permitidas para los restaurantes serán de 200 m2 (150 de edificación más terraza cerrada) y, además, se podrán añadir otros 70 m2 de terraza desmontable. El reglamento permite que las playas urbanas puedan acoger eventos con repercusión turística, y deportivos o culturales que tengan impacto nacional o internacional. Los permisos los concederán los ayuntamientos con informe favorable del Consell. También se podrá instalar publicidad.

El Ayuntamiento de Alicante considera positivo el nuevo reglamento porque aporta racionalidad a la utilización de un recurso muy ligado al sector turístico y que la anterior legislación blindaba pero dejaba la interpretación al criterio de las comunidades autónomas, produciéndose agravios. Así, mientras en la provincia los chiringuitos temporales sobre la arena no puede superar los 20 metros cuadrados, en la playas de Andalucía se permiten hasta los 600 metros.

Fuentes del Ayuntamiento de Alicante apuntan que una vez se apruebe el reglamento se ajustarán al mismo, pero el Consistorio ve positivo que se puedan aprovechar las playas del municipio, consideradas urbanas -salvo un trozo de Urbanova- y ampliar los chiringuitos de la playa «siempre con criterios ambientales y preservando ante todo el recurso pero, por qué no aprovecharlo al máximo desde el punto de vista turístico», sostienen desde la Concejalía de Turismo. El Ayuntamiento aplaude que se puedan celebrar eventos culturales, deportivos o folclóricos relevantes. «Nunca fiestas, éstas van a estar prohibidas. Nadie va a poder celebrar su cumpleaños en la arena, porque lo que no vamos es a atentar contra nuestro principal patrimonio turístico», subrayan desde la concejalía.

Elvira Llada, presidenta de la cooperativa de restaurantes del paseo de la Playa de San Juan, considera una gran noticia que el Gobierno vaya a permitir ampliar la superficie de los chiringuitos, aunque ello pueda acarrear un nuevo desembolso económico para los restaurantes, algunos remisos por la crisis económica y por la temporalidad que azota un negocio muy ligado a la temporada alta. De hecho, aunque algunos de los restaurantes abren todo el año, el 100% volverá a estar operativo entre el «puente» de San José y el Domingo de Ramos. «Esta ley nos llega un poco tarde porque a nosotros, en 2011, nos aplicaron la legislación anterior que fue inflexible con los 150 m2 de local y un periodo de concesión de 15 años, revisable cada cinco. Ahora van a abrir la mano. Pues estupendo, pero no se cuántos compañeros estarán dispuestos a hacer inversiones. El año pasado fue un poquito mejor porque vinieron más turistas por la inestabilidad que hay en otros destinos, pero la cosa sigue mal. No obstante, que permitan ampliar los negocios es bueno».

Versión diferente tienen los hosteleros de la Playa de San Juan, en cuanto a que la ley de Costas conceda mayor autonomía a los ayuntamientos para instalar chiringuitos sobre la arena y la celebración de fiestas. «Nosotros pagamos un canon de 12.000 euros al año y no tenemos problemas con que sirvan copas. El problema se produce cuando el Ayuntamiento mira hacia otro lado mientras en los chiringuitos sirven calamares, sardinas... eso es competencia desleal e ilegal».

En Benidorm, el paseo de Levante no da ya ni para ampliaciones de terrazas ni, por supuesto, nuevas construcciones. El ayuntamiento benidormí considera que el paseo de Poniente podría acoger chiringuitos con la nueva norma. En cuanto a la posibilidad de acoger fiestas, Costas nunca se lo ha permitido.

La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, entiende que el planteamiento beneficia a los negocios de playa y por tanto a todos los ilicitanos y visitantes. Alonso cree que podrá ser compatible con el respeto al entorno y la sostenibilidad ambiental. Alonso desea que con la nueva Ley de Costas haya por fin igualdad para todos «porque a nosotros nos prohibían casi todo y a otros se les permitía de todo».