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Carla González

«Los docentes no están preparados para atender a alumnos con déficit de atención»

Carla González, junto a un cartel del seminario. ISABEL RAMÓN

El Departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica de la Universidad de Alicante ha organizado este año la tercera edición de un seminario sobre el trastorno del déficit de atención e hiperactividad (TDA-H). Desde el pasado jueves hasta el próximo viernes, la Facultad de Educación acoge a expertos venidos desde diferentes puntos de España que explicarán las claves del trastorno. Carla González, la directora de las jornadas, destaca la importancia de que los docentes conozcan sus causas para así ayudar a los pequeños que lo sufren.

¿Qué es el TDA-H?

Es un trastorno por déficit de atención e hiperactividad que se identifica fundamentalmente cuando los niños suelen tener un problema de aprendizaje. Hay dos modalidades. La primera, sin hiperactividad, que son los niños que tienen dificultades para prestar atención. Cuesta más de identificar porque no son movidos. Y luego están los que llaman más la atención, porque tienen trastorno por déficit de atención, pero sí son más movidos.

¿A qué edad suele detectarse?

Los niños pequeños, de 5 o 6 años, pueden dar ya muestras que nos lleven a sospechar que pueden tener TDA-H, pero realmente el diagnóstico no empieza hasta los 6 o 7 años. El diagnóstico pasa por Psiquiatría, no por Psicología de la Educación ni Pedagogía. Debe ser un psiquiatra el que diagnostique que ese niño tiene TDA-H.

¿Cuáles son sus principales síntomas?

La hiperactividad es uno de ellos. Un niño que sea especialmente movido, que no pueda estar mucho tiempo haciendo algo, que le cueste mucho seguir las normas de conducta, que el tiempo de espera para hacer algo sea para él mortal... Son pequeñas cosas que nos pueden ir diciendo que puede existir el trastorno. Pero no hay que confundirlo con niños que son movidos. Lo que nos lleva más a sospechar que se trata de un TDA-H es que el niño no puede prestar atención. No es que no quiera. Aunque le interese lo que está haciendo, no puede concentrarse más de un tiempo determinado.

¿Qué papel juega el factor genético?

Se han hecho estudios y es cierto que hay bastantes casos que aunque los padres no hayan sido identificados con TDA-H, una vez que llegan a la consulta del psiquiatra o el psicólogo, sí que vemos que el comportamiento puede ser susceptible de un TDA-H.

¿Qué consejos le daría a los padres que piensan que sus hijos pueden sufrir este trastorno?

Lo primero, que se dirijan a una Unidad de Salud Mental Infantil. Aquí en la provincia hay trabajadores que son especialistas en el tema. Ellos elaboran un diagnóstico con una serie de herramientas, como cuestionarios que también deben contestar los maestros. Porque este déficit se detecta más fácilmente en actividades que requieren una mayor capacidad de concentración. Y eso se suele dar más a nivel escolar que en otras actividades diarias.

En la escuela, ¿ estos niños necesitan una atención especial?

Sí, porque les va a costar más prestar atención y se van a cansar más cuando tengan que realizar tareas. Por eso es tan importante que el docente entienda y sepa lo que es el TDA-H. Así va a tolerar, por ejemplo, ciertos comportamientos. Va a entender que el niño los va a hacer no porque sea maleducado ni porque le esté retando, sino porque son implicaciones que lleva asociadas el TDA-H.

¿Cree que los centros educativos y los docentes están preparados para atender a los alumnos que sufren este trastorno? ¿Están bien formados los maestros?

Nuestra sospecha es que no, porque de hecho, el seminario vino a raíz de demandas de los propios docentes. Se encontraron con niños que molestaban en clase, distorsionaban y generaban bastantes problemas. No basta con aplicar algún tipo de modificación de conducta, sino que hay que hacer más cosas. Ellos nos confiesan que no están preparados para el día a día con el TDA-H.

¿Qué aspectos van a abordar estos días en el seminario?

Queremos impartirlo desde el punto de vista multidisciplinar. Entendemos que el TDA-H no se puede abordar solamente desde un campo, sino que habría que aunar todos los enfoques posibles. Desde el punto de vista clínico y desde el punto de vista psicoeducativo.

El seminario es complementario a los grados de Educación Infantil y Primaria. ¿Durante el día a día de las clases se abordan también estrategias para formar a los docentes sobre este tema?

Ambos grados tienen una asignatura que estudia los trastornos del desarrollo, entre ellos el TDA-H. Pero como profesional de la Universidad, sí puedo decir que le podemos dedicar una sesión a lo sumo. Y el TDA-H es suficientemente complicado como para dedicarle más tiempo.

¿Las nuevas tecnologías pueden contribuir a que se desarrolle este trastorno entre los niños?

Estamos ahora mismo viendo si existe algún tipo de asociación directa entre un uso excesivo de las vídeoconsolas y el trastorno por déficit de atención. No la vemos de momento. O por lo menos no hay estudios que lo corroboren. Sí que es cierto que son actividades que requieren un movimiento excesivo de ojos y de manos, y que pueden mostrar un falso TDA-H.

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