La consellera de Educación, María José Catalá, se ha marcado el reto de rebajar los índices de fracaso escolar y de abandono prematuro en al menos siete puntos antes de cuatro años, como dejó entrever antes de presidir la primera reunión de una nueva mesa de directores constituida con ese objetivo: que asesoren a la conselleria para reducir los niveles de fracaso escolar.

La responsable de Educación calificó de «fundamental» para la reducción de las actuales tasas que superan el 30% en fracaso escolar y rondan el 22% en abandono prematuro, «el plan de choque contra el fracaso desarrollado por la conselleria y que, entre otras medidas, da autonomía a los centros porque los directores son quienes mejor conocen a sus alumnos y qué medidas debe adoptar», explicó.

Dicha autonomía es precisamente una de las principales reivindicaciones de los centros educativos, desde donde no consideran que se les esté facilitando la labor, sino todo lo contrario a consecuencia de la abultada normativa que se ven obligados a revisar y cumplimentar a diario, como lamentan desde las permanentes de directores tanto de Primaria como de Secundaria, que recientemente han mantenido sendas reuniones provinciales.

Los directores de la provincia que participan de esta nueva mesa de consejeros c0ntra el fracaso escolar son los de los colegios Azorín de Monòver, Graüll de Xàbia y Miguel Hernández de Elche; y de los institutos de Secundaria Severo Ochoa de Elche y el colegio privado Paidos de Dènia. Educación ampara su elección en los mejores resultados obtenidos en las pruebas diagnósticas, teniendo en cuenta además el índice socioeconómico y cultural, como asegura el departamento de Catalá en un comunicado.

También se ha valorado que estos centros tuvieran un contrato programa autorizado, que aglutina los distintos proyectos dirigidos a rebajar el fracaso, que participe en programas de innovación y educativos europeos; y que esté en la red de calidad.