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La Casa Lamaignere pasa por el taller

El emblemático edificio de la Explanada se somete a una rehabilitación de la fachada por el riesgo de desprendimientos

La Casa Lamaignere pasa por el taller

La fachada de uno de los edificios más emblemáticos de la Explanada, la Casa Lamaignere, se está sometiendo a una rehabilitación ante el riesgo de desprendimiento que presentaban algunos elementos exteriores del inmueble. Los trabajos se concentran en la parte central del edificio, donde se han colocado andamios para reparar la fachada. Parte de la edificación, como los balcones de la esquina, permanecen desde hace meses con una malla protectora ante los posibles derrumbes.

La comunidad de propietarios del edificio -destinado actualmente a viviendas y oficinas, con locales comerciales en su planta baja- comunicó la situación del inmueble a la Concejalía de Conservación de Inmuebles hace varios meses. Desde el área que dirige Oti García-Pertusa realizaron un estudio del estado del edificio, donde se comprobó que los mayores daños se localizaban en el mirador. Desde este departamento municipal se les instó a presentar un proyecto de rehabilitación que la Concejalía de Urbanismo ha autorizado teniendo en cuenta las limitaciones que marca la normativa por tratarse de un edificio protegido. En la licencia concedida se recuerda que únicamente están permitidas obras de restauración, como es el caso. El plazo de ejecución de las obras es de seis meses, tal y como se desprende del decreto de Urbanismo.

El edificio cuenta con una alta protección al estar considerado como Bien de Relevancia Local en el catálogo del nuevo Plan General. El singular inmueble, ubicado en el número 3 de la Explanada junto a la emblemática Casa Carbonell, data de 1918.

Según la ficha del catálogo de bienes y espacios protegidos que se incluye en el texto del nuevo Plan General en trámite, en el edificio únicamente se admiten obras de restauración y conservación tendentes a mantener o reforzar los elementos estructurales «así como la mejora del estado general o instalaciones». No obstante, se pueden autorizar la reposición o reconstrucción de los «cuerpos o huecos primitivos cuando redunde en beneficio del valor cultural del conjunto», pero siempre utilizando «técnicas y soluciones constructivas propias de la época de su contrucción y recuperando el diseño original».

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