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Cerco a los centros sanitarios

Bolsas con residuos de la actividad médica aparecen junto al centro de especialidades de Florida-Babel

Cerco a los centros sanitarios

«Residuos sanitarios no específicos» al alcance de cualquiera. La huelga de los trabajadores del servicio de limpieza y recogida de basuras de Alicante, que cumplió ayer su tercera jornada, comienza a alterar el paisaje urbano habitual, también es cierto que más en unas zonas que en otras, y posibilita imágenes poco cotidianas, como que cualquier ciudadano se pueda encontrar con restos de materiales sanitarios tirados en la calle, como ocurría ayer a pleno día en los desbordados contenedores más próximos a los centros de especialidades y de salud de Florida-Babel.

La basura también se acumula en cantidades industriales en el barrio de San Blas, sobre todo en la avenida Conde de Soto Ameno pese a que hay vecinos, como Manoli, que se están «guardando» la basura en casa. «Esperemos que se acabe pronto la huelga porque tengo la terraza (donde está dejando bolsas y envases) como un vertedero», dijo. En los barrios se ven ya cantidades de basura ingentes después de tres días de huelga que dejan 600 toneladas en las calles. La Florida es uno de los más afectados, se deja ver en las calles Prudencio La Viña, en República Argentina, o en la plaza de la Viña, donde una cuadrilla de trabajadores en servicios mínimos se empleaban ayer a fondo, según testigos, en recoger colillas y hojas así como las bolsas de las papeleras, dejando en cambio las que estaban al pie de los contenedores.

El paisaje de la avenida de Novelda empieza a impresionar por la gran cantidad de basura, cartones, papeles y hojas de los árboles por las calles, lo mismo que en la avenida de Alcoy, en Conde Lumiares y en el barrio de Carolinas. Hay basura por doquier en las calles Plus Ultra, Monforte del Cid, Periodista Rodolfo Salazar, y en la misma Gran Vía, aunque es evidente el contraste entre las zonas con mayor densidad de población, donde la huelga se nota y mucho, y aquellas de paso o con menos residentes, como el Polígono de San Blas o la avenida Jaime II, con contenedores incluso vacíos en esta ronda que conecta el centro de la ciudad con el Castillo. En Alfonso El Sabio sí se veían ayer contenedores abiertos por la gran cantidad de bolsas acumuladas, lo mismo que, puntualmente en los paseos de Gadea y Soto, donde alguna papelera empieza a rebosar. Son las únicas afecciones de la huelga, después de tres días, en la zona noble ya que la Explanada, Canalejas, el paseo del Puerto o el Postiguet parecen ajenos al conflicto, casi más limpios que nunca.

Se nota que los servicios mínimos se emplean a fondo en el escaparate turístico, de hecho ayer amanecieron limpios algunos de los puntos donde el martes abundaban las bolsas de basura, a espaldas de la Concatedral de San Nicolás y del Claustro, en el Casco Antiguo. También la playa de San Juan está en buenas condiciones comparada con el resto de la ciudad. El lunar sigue estando en el Portal de Elche, con envases, cajas y bolsas junto a los contenedores soterrados, consecuencia de la actividad de hostelería y turismo. También llamaban la atención la veintena de grandes bolsas negras acumuladas junto a la oficina de turismo de la Rambla, al pie del edificio Prop.

«No es una buena imagen para Alicante, pero cada país tiene sus problemas. En Alemania también hemos tenido una huelga similar durante un tiempo hasta que se solucionó», explicaron dos turistas germanos que entraron a pedir un mapa. Dos asturianas de visita en Alicante se enteraron de la huelga al ver las bolsas en la calle, «es normal porque todo lo estamos sufriendo los trabajadores y los que menos tenemos», dijeron, a lo que añadieron que ambas tienen familiares en el paro o pasando estrecheces.

En una farmacia próxima reconocieron que es el tema más comentado estos días por su clientela. «La gente comenta lo típico, está el que echa pestes y el que comprende la situación, que es algo que nadie quiere y que viene sobrepuesto pero que todos tenemos derecho a un sueldo digno», afirmó una de las trabajadoras. Añadió que en el caso de su establecimiento intenta no sacar los envases o las bolsas a la calle y en su casa, a nivel particular, igual «para no dejar la ciudad hecha un asco aunque veo que se está acumulando ya . Intento ser comprensiva y no abusar».

Las asociaciones de vecinos han comenzado a dar indicaciones a los ciudadanos para que tiren solo los residuos de comida, «a poder ser con dos bolsas, para evitar los malos olores y para que no se rompan, y bien cerradas», indica en una circular María Victoria Poveda, presidenta de la asociación Convivencia-Ciudad Jardín. También piden a los vecinos que eviten llenar los contenedores con restos de poda, plásticos, cristales o papel, evitando la poda de arbolado hasta que la situación se normalice. En la misma línea, la directiva de la asociación Playa Blanca de la Albufereta transmite a su vecindario las recomendaciones que ha hecho el Ayuntamiento, como almacenar las bolsas en casa hasta que se pueda, reciclar al máximo, y depositar los residuos orgánicos en interior de los contenedores evitando dejarlos en la vía pública. Además, recuerdan que la isla de contenedores instalada en la Albufereta está en el solar entre Colonia Romana y la calle Zeus.

No es una rebuscadora

Aunque los rebuscadores de basura están aprovechando la huelga para buscar objetos y comida en los contenedores, la mujer que apareció ayer en la página 5 aseguró a este diario no estar rebuscando sino que intentaba tirar una bolsa dado que por la acera del lugar donde estaba, en la avenida de Novelda, ya no se puede ni pasar por la gran cantidad de basura desperdigada por el suelo.

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