La plantilla de los servicios de limpieza y recogida de basura de la ciudad acordó ayer mantener la huelga indefinida convocada a partir del lunes. La decisión se produjo apenas 24 horas después de que el comité de empresa y la concesionaria -UTE Alicante- firmaran un preacuerdo para tratar de frenar el paro y apenas unas horas después de reunirse los representantes sindicales con el concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens.

La plantilla cambió sus planes iniciales y en vez de un referéndum a sobre cerrado celebró una asamblea en la tarde de ayer en la que los asistentes rechazaron a mano alzada los términos del preacuerdo firmado entre el comité y la empresa que recogía, entre otras cuestiones, el mantenimiento de los puestos de trabajo, la congelación salarial, la posibilidad de descansar en Hogueras, 35 días de vacaciones y dos días de libre disponibilidad. Sin embargo, los trabajadores entienden que empeora sus condiciones laborales porque se reducen sus días de vacaciones (de 43 a 37) y se plantea una paulatina disminución de la plantilla al amortizar las plazas que queden vacantes.

Así lo explicaron ayer desde el comité de empresa, que inciden en que los trabajadores están dispuestos a ceder en la congelación de su sueldo, pero no en el resto de cuestiones y exigen una vuelta al convenio laboral anterior. Tras la reunión mantenida con el concejal de Atención Urbana, el delegado de CC OO, David Martínez, aseguró que «el pliego de condiciones de la contrata, elaborado por el Ayuntamiento, contemplaba el convenio anterior entero, con tablas salariales, pluses de antigüedad y vacaciones íntegras». Por ello, cree que «deberían salir las cuentas antes y ahora».

Por su parte, Andrés Llorens señala que si bien la contrata se redactó conforme al convenio laboral vigente en ese momento, hay cuestiones que quedan al margen y deben negociar directamente los trabajadores con la empresa. El concejal recordó, no obstante, que el pliego sí garantiza el mantenimiento de los sueldos y los puestos de trabajo.

De hecho, la concesionaria de la limpieza esgrime que además de garantizar la continuidad de la plantilla y mantener las tablas salariales estaba dispuesta, en el preacuerdo firmado, a «asumir el coste de una serie de demandas de los trabajadores, cuyo pago no contempla el Ayuntamiento» en el pliego de condiciones de la contrata. Entre ellas, el mantenimiento y el pago de la antigüedad a los trabajadores, «el plus por los correturnos a los empleados que venían haciéndolos a pesar de que este sistema ha desaparecido puesto que el nuevo pliego de condiciones ha suprimido los servicios que los requerían».

También UTE Alicante subraya que aceptó en el principio de acuerdo «mantener vacaciones en Hogueras y durante el verano, aunque en esas fechas la UTE tiene mayor necesidad de personal», según indica la adjudicataria en un comunicado.

En contrapartida, la mercantil planteaba rebajar de 43 a 37 los días de libranza anuales de los trabajadores, admitiendo que si bien el pliego de condiciones de la contrata, «contempla pagar los 43 días» de vacaciones, la negociación laboral recortaba esos seis días «para poder asumir el resto de las cesiones a las demandas de la plantilla». A ese respecto, desde UTE Alicante mostraron su disposición a firmar un convenio conforme a lo que «estrictamente» consta en el pliego: «Es decir, mantener los 43 días de vacaciones que reclaman, pero anular la antigüedad, el pago de los correturnos o las vacaciones de julio a septiembre».

Hoy está previsto que trabajadores y empresa coincidan en el tribunal de arbitraje previo al paro, para el que la Generalitat ha fijado unos servicios mínimos por la noche del 50% de la plantilla para la recogida de residuos y de un 30% por la mañana en la limpieza, según explica el delegado de CSIF en el comité, Francisco Lombardo. Allí tendrán una oportunidad para acercar posturas, pero, por el momento, la plantilla se mantiene firme en su decisión de seguir adelante con el paro y sus protestas. De hecho, está previsto que durante la mañana de hoy los trabajadores se concentren en la plaza del Ayuntamiento de Alicante, mientras la Subdelegación del Gobierno y el equipo de gobierno elaboran el dispositivo especial coordinado con todas las fuerzas de seguridad para evitar incidentes durante la huelga. Igualmente, Llorens se reunirá con las asociaciones de vecinos para explicarles la situación.

Lombardo explica que la votación, finalmente, se realizó a mano alzada entre unos doscientos trabajadores -de una plantilla de 513- y que fue unánime en contra del preacuerdo con la empresa que ya suscitó oposición en la noche del miércoles al jueves. «Queremos que se mantenga el convenio tal y como el de 2012. La gente sólo está dispuesta a ceder en que no le suban el sueldo durante tres años, pero no en que se dejen de cubrir las plazas que queden vacantes, que la plantilla se reduzca hasta los 465 trabajadores, que haya merma en las bajas o que se pierdan días de vacaciones».

Lombardo incide en que «la pérdida de vacaciones no es lo único» y apuntó a la disconformidad de los trabajadores con otros asuntos como «el cambio de los correturnos de trabajo». Lo que dan como bueno del preacuerdo es tener vacaciones durante las fiestas de Hogueras.