Uno de los apartados que ha sufrido un descenso considerable en el gasto de las familias es el del transporte. En concreto, los núcleos familiares de la Comunidad han pasado de destinar 3.844 euros a él en 2008 a los 3.176,69 euros contabilizados el pasado ejercicio. El principal motivo que explica este ajuste se encuentra en la caída que ha sufrido el parque móvil desde que comenzó la crisis. Tal y como ha venido informando este diario, Suma ya ha podido constatar esa disminución de vehículos en las comarcas alicantinas. En apenas un año, el organismo de gestión tributaria de la Diputación ha gestionado 13.710 recibos menos del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica. Es decir, cada día deja de circular una media de 37 automóviles por las carreteras alicantinas. Y eso, sin tener en cuenta los datos de la capital, puesto que hasta ahora Suma no se encarga de recaudar sus tributos en el periodo voluntario. Será a partir del próximo año cuando sí asuma la gestión de la mayoría de sus impuestos.
Esa caída del parque móvil alicantino lleva aparejada, lógicamente, una reducción considerable en el gasto de combustible. Desde 2008 hasta 2012, el gasto de las familias valencianas en transporte ha sufrido un descenso porcentual del 17,3%, de acuerdo con los datos publicados por el INE. A. F.
