Pla del Bon Repòs (1980), nacida de dos barracas, se ha distinguido durante tres décadas por su espíritu artístico, que le dio el triunfo en el primer concurso de ninots de carrer, mientras que La Goteta (1985) tuvo un arranque irreverente, alejado del clasicismo de la Fiesta gracias a los jóvenes que la fundaron y llegó a plantar en Especial con una obra del artista Muñoz Fructuoso. Ambas cuentan con Belleas del Foc en su palmarés y un largo recorrido en las Hogueras que acaban de dejar atrás para fusionarse, convirtiéndose en la primera comisión nacida de la unión de dos distritos, que tomaron esta decisión para afrontar mejor la pérdida de festeros y la crisis.

Todo empezó en 2007 cuando los foguerers de Pla del Bon Repòs decidieron salir de su barrio tradicional para plantar en el Bulevar del Pla, donde su actividad era más visible, con un racó que comenzó a atraer a los más jóvenes de este nuevo enclave urbano. Cerca, en la avenida de Dénia, estaban sus vecinos de La Goteta, que se habían movido hasta allí. En ese momento quedaban solo once frente a los más de 200 adultos y cien niños que llegaron a tener en sus mejores tiempos.

Los dos presidentes, Albert Poveda y Manuel Torregrosa, se conocían desde hace años, y ante la situación económica que había mermado sus comisiones pensaron en que la Fiesta se había convertido en un lujo y que era el momento de compartir actividades para frenar la fuga de socios. Así lo hablaron al finalizar las Hogueras de 2011. «Las dos partes teníamos problemas económicos, nos habíamos quedado con pocos festeros y nos era difícil cerrar el presupuesto. Surgió la idea de compartir los gastos de la presentación de bellezas y del racó, y lo montamos conjuntamente en 2012. Y fuimos las dos primeras comisiones en desfilar juntas en la Entrada de Bandas y en la Ofrenda en la historia de las Hogueras». Aunque en un principio se les habían sumado los distritos de José Ángel Guirao y Bulevar del Pla en lo que llamaron Unión Festera, se quedaron de nuevo solos y decidieron completar su integración, convirtiéndose en una sola comisión que ya plantó de forma conjunta su monumento en junio. La fusión les ha permitido rebajar las cuotas de socios en un 50%, pasando de los 1.200 euros que cobraban antes a 600 euros todo incluido, hasta la mesa en el racó. Ofrecen además cuotas especiales a familias numerosas y ayudas, «para que la gente no se vaya», explica Poveda, que se ha quedado con el cargo de presidente.

Esta rebaja les ha permitido recuperar socios que se habían marchado y vivir una «luna de miel» permanente, sin arrepentirse en ningún momento de su unión. «Esto es una nueva hoguera y no hay marcha atrás. Separarse sería una tontería porque ahora somos más y no es lo mismo desfilar veinte que ochenta», indica Torregrosa, vicepresidente tras la fusión. De tal modo han encajado que no han tenido ni siquiera problemas con las bellezas, ya que si a Pla del Bon Repòs le sobraban infantiles y le faltaban adultas, a La Goteta le ocurría justo lo contrario. La simbiosis ha sido tal que en su primer año de unión tienen ya una Dama del Foc adulta, Vanessa Poveda, y una infantil, Paula García. En su última etapa, Pla del Bon Repòs decidió recuperar la experimentalidad en las Hogueras que se perdió al suprimirse el concurso que organizaba la Diputación y en 2011 convocó un certamen dotado con 1.000 euros, cuya propuesta ganadora, el gran bigote que tenía por lema «Py deconstruido», se convirtió en el monumento del distrito y ganó uno de los premios de hoguera innovadora. Lo mismo ocurrió en 2012 con «Hope», del diseñador madrileño afincado en Londres Ricardo Cavolo, y el pasado junio con «El bosque de la memoria», un gran árbol de madera de tres toneladas crítico con las emisiones de CO2 y los incendios, del arquitecto alicantino Rubén Bodewig, que se impuso a proyectos llegados de Madrid, Barcelona e incluso Toronto. El artista Francisco Granja se encarga de construir los diseños ganadores, que concursan en Sexta. La comisión, ya fusionada, decidió mantener el concurso, y acaban de convocar la próxima edición. La consolidación de la hoguera experimental está creando un nuevo circuito de visitas al Pla, durante las fiestas, de personas que van a ver las Especiales de Carolinas Altas y Foguerer, y la innovadora de Pla del Bon Repòs-La Goteta. «Se nos empieza a mirar con otros ojos. Este año hemos tenido 91 mesas en el racó, y gracias a la parada del tranvía de la línea 2 que quedará a la puerta de la hoguera y del racó esperamos que en 2014 venga aún más gente a visitarnos».

El monumento adulto y el infantil, en los que se gastan más de 10.000 euros, es su inversión principal, seguida del llibret cultural y la presentación, y ahorran buscándose cada uno por casa los trajes de los playbacks, o materiales como el camión de bloques de corcho regalo de la madre de la belleza infantil. Atrás queda su historia por separado, la de Pla del Bon Repòs fundada por barraquers trabajadores del Puerto y de Tabacalera, con su festera Maite Pérez Marco elegida Bellea del Foc en 2002; y la de La Goteta, con sus polémicas presentaciones en las que sus festeros llegaron a salir desnudos, mofándose de la clase política, y que en unas horas agotaban las entradas del Teatro Principal. Sin embargo, se dividió y comenzó a perder fuerza en los 90, década en la que Mar Argilés se convirtió en su primera Bellea del Foc (1995). Después llegaría Natalia Candela (1999).