La Concejalía de Seguridad ha redactado un plan territorial de emergencias, el primero propio del municipio de Alicante, que incluirá un estudio de cómo se desencadena la gota fría para minimizar el riesgo de riadas en la zona de playas, y para saber cómo actuar en áreas fácilmente inundables, es decir, ramblas y barrancos como los de las Ovejas y el Juncaret. Así lo explicó el concejal Juan Seva, que presentará mañana el documento a la Junta de Gobierno Local, que aprobará su exposición pública durante treinta días.

Este documento de análisis de riesgos, redactado por técnicos del Departamento de Protección Civil y Gestión de Emergencias, propone un plan organizativo para gestionar situaciones de catástrofe y establece los mecanismos para la movilización de los recursos humanos y materiales necesarios de acuerdo a los distintos grados de la emergencia, desde la fase de alerta al nivel III, que sería el máximo. Como ejemplo, Seva dijo que una catástrofe ferroviaria como la de Santiago estaría catalogada en el nivel II. «Dependiendo de la situación, la gravedad la marcará el equipo técnico», dijo el edil, que destacó que se trata del primer protocolo de emergencias de carácter global propio del municipio de Alicante ya que hasta ahora se aplicaban los de la Generalitat.

«Todos tenemos en mente catástrofes como el terremoto que aconteció en Lorca o las inundaciones que Alicante ha sufrido, aunque la ciudad está preparada para afrontarlas con las nuevas infraestructuras antirriadas. Pero el riesgo de gota fría existe, y ante las alertas de riesgo los diferentes cuerpos de seguridad deben estar bien coordinados, y con estructuras y planes claros para actuar», añadió. El documento será la base para elaborar los distintos mapas de riesgo, además del referido a la gota fría, otro de riesgo sísmico, y contemplará acciones de prevención, autoprotección, planificación y coordinación. El plan tendrá una vigencia de seis años.