¿Dónde está el reloj del siglo XIX que coronaba el edificio de la antigua estación de Benalúa? Esa es la pregunta que se hacía ayer el concejal de Cultura, Miguel Valor, después de tener conocimiento de que la maquinaria podría estar en manos privadas, posibilidad que apuntó el martes la directora de Casa Mediterráneo, Almudena Muñoz. Por el momento, Valor y el concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens, han dado orden de que se busque en los almacenes municipales «por si estuviera allí».

De no aparecer, Valor tiene previsto recabar información para saber si es cierto que un particular se llevó a su casa la maquinaria para evitar la degradación del aparato después de que la vieja estación y la propia esfera del reloj fueran objeto de actos vandálicos en la época en la que la antigua estación de Benalúa estuvo abandonada. Miguel Valor considera en cualquier caso que «no es normal que el reloj esté en manos de un particular porque es patrimonio de todos aunque quien se lo llevó lo hiciera por preservarlo y evitar más daños».

Aunque el reloj original aparezca, en principio no va a recuperar su ubicación original, ya que Casa Mediterráneo no dispone de fondos para acometer una restauración que, como poco, costaría unos 4.000 euros. De hecho, tal como publicó ayer este diario, la falta de fondos ha obligado a la institución diplomática a colocar la esfera de un reloj en la fachada pero que no funciona al carecer de una maquinaria que costaría, tal como indicó Almudena Muñoz, unos 3.000 euros de los que carece la entidad.

La directora sí ha mostrado su deseo de poder exponer el viejo reloj en la propia estación como un símbolo de su pasado aunque por el momento no tiene previsto buscarlo porque, una vez más, y aunque fuera para exponerlo en una vitrina, haría falta acometer una restauración que no se puede pagar.

Con respecto a la ubicación del viejo reloj que se instaló en la fachada de la estación cuando abrió al público en 1888, Muñoz señaló a este diario que creía que estaba en manos de una persona «seria y responsable» que, ante la degradación de inmueble, había optado por llevárselo para guardarlo y evitar la rotura o el robo de la maquinaria. En cualquier caso, en el Ayuntamiento no parecen tener idea de qué ha sido del viejo reloj aunque han mostrado su intención de resolver el enigma y recuperarlo.