La Costa Blanca se ha convertido este año en la zona europea por excelencia para el descanso de los turistas nórdicos y rusoszona europea por excelencia para el descanso de los turistas nórdicos y rusos, con porcentajes de crecimiento impensables hace unos años y con plusvalías económicas que, además, se reparten por todos los subsectores turísticos, desde el hotel a la segunda residencia e, incluso, primera como lo demuestra el hecho de que 32.000 ciudadanos nórdicos (Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia) trabajan regularmente en la provincia. La Costa Blanca es ya el segundo destino europeo, tras las Canarias, elegido por los nórdicos para pasar las vacaciones, como lo demuestran, por ejemplo, los 435.087 noruegos que se movieron por el aeropuerto entre enero y agosto de este año.

Y junto a los oriundos del antiguo reino vikingo, los suecos, daneses, finlandeses e islandeses (un país con los mismos habitantes que la ciudad de Alicante), han visto en las franja costera alicantina su Arcadia particular. Nórdicos y tras ellos los rusos -90.000 ciudadanos han pasado por El Altet este año y muchos han llegado por Barcelona y Madrid- componen un maná turístico que no podrá igualar nunca al británico en número, pero sí en presupuesto económico, un 30% de media más alto que el de los ingleses. Un turista nuevo cuyo perfil es el de persona que buscan descanso, gastronomía, golf y, sobre todo, seguridad y privacidad.

Las costumbres de los rusos que visitan la Costa Blanca no difieren en mucho de las de los españoles, aunque con mayor poder adquisitivo. Existen dos grupos diferenciados. Los rusos que cuentan con vivienda propia o la alquilan, que reclaman, sobre todo, tranquilidad y buena comida, escogiendo productos que, en Moscú, o son carísimos, o no tienen la calidad de los alicantinos, como son la fruta, las hortalizas y el pescado.

Amantes de las excursiones, sus rutas habituales son las que les llevan a Guadalest, Alicante, Calp, Altea y Valencia. Y tras las visitas el «shopping», ir de compras les llena, como apunta Valeria, una agente ucraniana afincada en El Campello, cuyo trabajo es, precisamente, atender y asesorar a los rusos porque, todavía y debido las dificultades para comunicarse, se mueven con los suyos.

El otro perfil del visitante de la antigua URSS es el convencional, el turista que llega entre abril y octubre; familias con niños que encuentran en las playa y la gastronomía la fórmula mágica para afrontar después el duro invierno ruso. «Los padres de los niños rusos son como los españoles. Quieren que sus hijos se pongan fuertes con el sol, los baños en el mar, comiendo pescado y fruta fresca, y en un entorno seguro y módico en precios, puesto que en Rusia también hay clase media. No todos son ricos», subraya Valeria.

Ana, una madre de Moscú que pasa los dos meses de verano en Calp con sus hijos, lo tiene claro. «En mi ciudad el pescado es prohibitivo, casi todo de río, y hay días que huele hasta mal. Aquí encontramos mucha variedad. Compramos en la Lonja, en Villajoyosa, y claro que lo notamos. Mi marido cuando viene prácticamente sólo come pescado y fruta. La carne ni la prueba. En Moscú la fruta no sabe a fruta. En Alicante cargamos las pilas y pasamos luego un invierno mucho mejor». Y tras la comida el «shopping» (compras), otra de las pasiones de los turistas rusos, habituales de la avenida de Maisonnave de Alicante casi todas las tardes.

En este sentido, la Fundación Turismo Benidorm cerró esta semana en San Petersburgo un acuerdo por el que la ciudad aparecerá en un reportaje que se emitirá en un programa de temática gastronómica de la televisión nacional rusa en noviembre. La Fundación Turismo de Benidorm, a través de su delegada en Moscú, ha gestionado la visita de un equipo de TV de aquel país, en cuyo programa también serán protagonistas la Costa Blanca y la ciudad de Valencia. Se trata de una promoción conjunta entre el Patronato de Turismo de la Costa Blanca, la Agencia Valenciana de Turismo, Valencia y la Fundación turismo de Benidorm.

La cadena «Russia 2» es muy importante en Rusia y forma parte de la empresa federal unitaria «Compañía Estatal de Televisión y Radio». Es una empresa estatal propietaria de 14 cadenas de televisión y cinco de radio. El argumento del programa es que Yaz, un personaje bastante famoso en el internet ruso (Víctor Goncharenko), experimenta diversas situaciones, al tiempo que busca la originalidad, ya que el programa esta dirigido a un público culto y con experiencia en viajes. El programa en cuestión se emite los domingos a partir de las siete de la mañana y cuenta con 11% de audiencia en un país con 155 millones de espectadores.

Nórdicos: su segunda casa

La buena alimentación con productos frescos y mucho más baratos es también una de las claves que ha convencido a los nórdicos, que tienen en la Costa Blanca su segunda residencia, ya que el 60% de los turistas -un millón al año- se aloja en viviendas, de su propiedad o alquiladas. Viajan en familia y otra cosa que les seduce es el sol, la playa y la seguridad. Además, pueden desplazarse hasta cuatro veces al año coincidiendo con las vacaciones (Navidad, Semana Santa, octubre y febrero). Las tensiones en Grecia, Turquía y Egipto han hecho que la provincia sea su segundo destino de vacaciones en Europa tras las Canarias. «A quién no le gusta el estilo de vida español que, además, tiene un idioma accesible. La única pega son las aglomeraciones pero también en la costa se pueden encontrar rincones privados», relata Sigurb, agente de viajes noruego.

Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega e Islandia se han convertido desde el año pasado en el tercer mercado turístico de la Costa Blanca tras los británicos y los alemanes y también en los terceros en gasto con un total 580 millones de euros y un incremento interanual del 17,5%. El gasto medio de los nórdicos alcanza los 1.265 euros por viaje; 94 euros al día con una estancia media de 13 días, según refleja el informe del Observatorio Turístico de la Comunidad Valenciana. Los noruegos representan el 50% del total, con 227.024 turistas, que eligen en su mayoría la Costa Blanca. Le siguen los suecos (157.082); daneses (42.897); fineses (30.678) e islandeses (2.433).

Estos turistas buscan un destino residencial, golf, sol y playa y urbano. Los visitantes nórdicos llegan a la provincia en vuelo regular, no contratan un viaje organizado (paquete) y se alojan mayoritariamente en viviendas de su propiedad, aunque también son buenos clientes para los hoteles, que absorben el 20% de los turista. El aeropuerto llega a tener vuelos directos con 33 aeropuertos nórdicos durante la temporada alta, siendo la conexión que más ha crecido en porcentaje.