El colegio El Palmeral de Alicante es el primero de la provincia que ha logrado socializar la totalidad del material escolar, incluyendo al banco de libros que puso en marcha hace ya más de una década, el resto del instrumental que utilizan los alumnos a lo largo del año e incluso las excursiones y acampadas.

Los padres siempre a título voluntario, aunque el cien por cien se suma al proyecto aportan 170 euros como única cuota para todo el curso y sus hijos dispondrán tanto de los libros de texto como de cuadernos, diccionarios, el compás, la flauta desde tercero de Primaria, el atlas a partir de cuarto, las mochilas que limpian cada año las familias y un largo etcétera que no deja en el olvido ni siquiera las excursiones.

«Una vez que logramos estandarizar la socialización de los libros, hemos ido abarcando el resto del material escolar y cada promoción de alumnos se beneficia de la anterior, favoreciendo al mismo tiempo la educación en valores a partir de un consumo responsable por el cuidado de los recursos compartidos», explica el director del centro, Fernando Fernández.

Más de 1.500 libros se reutilizan ya en el colegio con este sistema de cooperativa pero, además, cuentan con un servicio de guillotinado de imprenta que por 60 euros elimina medio milímetro de los bordes de las hojas de medio millar de ejemplares, que se devuelven como nuevos a las aulas para el comienzo del curso, entregando el forro de plástico a los padres para completar su cuidado.

Sin recursos

El centro ha pensado también en las familias que ni siquiera se pueden permitir el gasto por alumno de 170 euros que se aporta en verano, por lo que ha creado una bolsa de ayudas, denominado proyecto Bio, a través del que atienden los gastos de una decena de familias «que objetivamente no tienen recursos, al estar atendidas por Bienestar Social».

Esta bolsa de ayudas no solo proporciona los libros, que en cualquier caso son propiedad del centro, sino el resto de material y actividades, «para que ni un solo alumno se quede sin subir al autobús para hacer una excursión por cuestiones económicas», apunta el director.

Muchos otros colegios se han apuntado ya, como poco, a los bancos de libros que se reutilizan y favorecen un ahorro que ronda el 50% sobre el precio del comercios. Es el caso del colegio Voramar, que en solo dos años ha logrado bajar el coste de los libros a la mitad con este sistema, como apunta la presidenta de la AMPA Elvira Andrés. «De momento abarcamos de tercero a sexto de Primaria y, con el remanente, hemos comprado pizarras digitales para cinco aulas que no tenían. El año próximo empezaremos a comprar tablets». El Palmeral piensa promover a su vez el libro digital.