Las playas de la Albufereta y de San Gabriel amanecieron ayer con un hedor insoportable tras las lluvias de primera hora de la mañana. En el caso de la Albufereta, se formó en el arenal un enorme charco con un olor nauseabundo que permaneció hasta mediodía, cuando los servicios municipales acudieron a limpiarlo. En San Gabriel, los vecinos denunciaron que el aliviadero ubicado en la desembocadura del Barranco de las Ovejas estuvo alrededor de tres horas vertiendo aguas residuales.

«Dan ganas de marcharse», comentaba Cándido Daganzo, un bañista de la Albufereta, al comprobar el hedor que desprendía el enorme charco que apareció en el arenal. Aunque desde Atención Urbana explicaron que el agua procedía de los arrastres del propio barranco, desde Aguas de Alicante confirmaron que el vertido se produjo al «entrar en carga la red de saneamiento de la zona». Un desborde que atribuyeron a «la intensidad de la lluvia acaecida, que se ha concentrado en un intervalo muy corto de tiempo».

Según el director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, aunque las precipitaciones de primera hora de la mañana no alcanzaron los diez litros por metro cuadrado, la tormenta descargó en muy poco tiempo, entre las siete y las ocho de la mañana.

El gran charco que se formó en pleno arenal de la Albufereta permaneció allí hasta mediodía, cuando operarios de la empresa de limpieza acudieron a baldear y retirar el agua sucia, que desprendía un fuerte hedor. La brisa ayudaba a dispersar el mal olor por toda la playa ante el malestar de los bañistas. «La gente se queja y hemos tenido que poner incienso en cada esquina del chiringuito», explicaba su encargado, Jorge Vidal.

Los malos olores también se percibían en la zona de San Gabriel a media mañana. «Siguen vertiéndose aguas fecales al mar cada vez que llueve y el olor es insoportable», aseguró el vocal de medio ambiente de la asociación de vecinos Gran Vía-Sur, José Santa María, mientras contemplaba el agua ennegrecida y repleta de residuos al final del barranco. A escasos metros de allí, en la playa de San Gabriel los bañistas tomaban el sol y se bañaban ajenos al problema de insalubridad denunciado por la asociación de vecinos. Estos últimos sostienen que, pese a la puesta en marcha del depósito anticontaminación de San Gabriel, siguen padeciendo «los vertidos de aguas fecales al mar cada vez que llueve, por poco que sea». Además, advierten de que la paralización de las obras de encauzamiento del Barranco de las Ovejas ha provocado el estancamiento de agua y alertan del riesgo que puede conllevar el estado actual del cauce en caso de riada.

Sin constancia

Por su parte, Aguas de Alicante aseguró ayer no tener constancia de los vertidos en la zona del Barranco de las Ovejas y aseguró que el depósito que se construyó para evitar esos vertidos al mar funcionó correctamente por la mañana almacenó en torno a 20.000 metros cúbicos, un tercio de su capacidad, como también el sistema para bombear las aguas almacenadas a la depuradora.

Ante la situación en San Gabriel, el concejal de EU Rogelio González advirtió de que la paralización de las obras del Barranco de las Ovejas y el depósito de lodos en el mismo cauce es «un error mayúsculo». Al respecto, incidió en la necesidad de «mantener el cauce limpio, especialmente cuando se aproximan fechas de lluvias».