Después de más de dos años terminada y sin uso, la esperada Línea 2 del tranvía que unirá Alicante con San Vicente del Raspeig y la Universidad ultima el periodo de pruebas para comenzar a operar, por fin, en septiembre. Las comprobaciones de las vías y la formación del personal de Ferrocarrils de la Generalitat que explotará la línea concluirán la próxima semana, según confirmaron desde FGV. Aunque las clases universitarias arrancarán el 9 de septiembre, el Consell todavía no ha fijado una fecha para la inauguración, pero sí se ratificó en el compromiso adquirido por Alberto Fabra de ponerla en marcha antes del 15 de septiembre.

La nueva línea permitirá conectar el centro de la ciudad con algunos de sus barrios, el Hospital General, la zona norte y San Vicente del Raspeig, con parada en la Universidad de Alicante. Aunque esta línea del tranvía estaba llamada a ser la joya de la corona, su puesta en marcha se producirá más de dos años después de que la infraestructura esté terminada. Aunque en un principio iba a ser explotada por una empresa privada, finalmente serán los trabajadores de Ferrocarrils de la Generalitat quienes la gestionen.

De esta forma, más de un centenar de trabajadores de la empresa pública, mayoritariamente maquinistas de las otras líneas así como reguladores del puesto de mando e interventores, han estado recibiendo formación teórica y práctica desde julio para conocer las características y paradas de la nueva Línea 2. El periodo de aprendizaje, con un global de 765 horas de instrucción a los trabajadores, culminará el 30 de septiembre. Fecha en la que también finalizarán las pruebas de funcionamiento con circulación de tranvías, que comenzaron el 26 de junio.

Durante el periodo previo a las pruebas, la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE) tuvo que reparar y reponer los elementos de electrificación y de la propia obra que habían sido objeto de actos vandálicos y robos durante el periodo que la línea ha permanecido sin funcionamiento. Después se realizaron pruebas de los sistemas de comunicaciones, señalización, semaforización y subestaciones para comprobar su funcionamiento, como explican desde FGV. Fuentes de la empresa pública añaden que también se instalaron los sistemas de comunicación y señalización con el puesto de mando de la estación de La Marina.

En estos dos últimos meses, las pruebas de funcionamiento de la línea han venido realizándose en periodo diurno y nocturno. En el transcurso de las mismas se ha estado verificando el funcionamiento de los semáforos con técnicos de los ayuntamientos de Alicante y San Vicente, así como el Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE) para la comunicación entre los maquinistas y el puesto de mandos. En estos días, se está comprobando el funcionamiento de las máquinas de billetes automáticas del interior de los tranvías.

Los comboyes, compuestos por cinco vagones, tienen capacidad para 277 pasajeros. Pese a tratarse de tranvías nuevos, en los que se invirtió cerca de 50 millones, los trabajadores de FGV no han requerido un cursillo especial, puesto que son los mismos que se utilizan en las líneas 3 y 4 del TRAM.