­La movilidad geográfica de los alicantinos se ha reducido en un 20% desde el inicio de la crisis económica, según los datos de variaciones residenciales del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2007 y 2012. En el primero de esos años, 75.398 residentes en la provincia se trasladaron a un municipio distinto o a otra zona de España, mientras que un lustro después la cifra se había reducido a 60.829. El descenso es todavía mayor si se tienen en cuenta únicamente los que se han marchado a otra localidad sin salir de la provincia, ya que han pasado de 44.554 a 34.742, lo que implica una caída del 22%.

Hasta 2007, la movilidad territorial había crecido de forma prácticamente constante, tanto por parte de los residentes de nacionalidad española como de los extranjeros. Estos cambios de domicilio podían ir asociados a la compra de una vivienda y, sobre todo, a su precio, del que podía depender el establecimiento del domicilio en un municipio u otro. Ésa fue una de las causas para que, en los años previos a la crisis, la población se incrementara notablemente más en las localidades del entorno metropolitano de Alicante que en la propia capital.

El año pasado, Alicante ciudad recibió 4.530 personas de otros municipios de la provincia, pero a su vez ése fue el destino de 5.045 emigrantes. En cambio, el saldo de San Vicente, Sant Joan, Mutxamel y El Campello fue positivo.

Por otro lado, en esos años previos a la crisis, los cambios de residencia en los extranjeros aumentaron porcentualmente bastante más que en los españoles, quizá por el hecho de contar a priori con menos arraigo en un determinado territorio. Sin embargo, en el último lustro también se ha reducido su movilidad de una forma mucho más drástica. En una situación económica difícil, marcharse a un lugar distinto puede resultar complicado para cualquier persona, y ahí puede estar la clave para la caída de las cifras de las variaciones residenciales tanto de ciudadanos extranjeros como de españoles. No obstante, también hay que tener en cuenta la emigración al exterior, y que, en el caso de los residentes extranjeros, ha podido significar el regreso a sus países de origen.

Flujos hacia Madrid y Barcelona

Madrid ha sido tradicionalmente el principal destino de los flujos migratorios desde la provincia de Alicante al resto de España, presumiblemente por motivos laborales. A continuación se han situado las demarcaciones limítrofes de Murcia y Valencia y, ya a cierta distancia de éstas, Barcelona, por razones similares a las de Madrid. Así sigue siendo, según los últimos datos, pero llama mucho la atención que en cinco años haya aumentado de forma significativa el número de personas que, desde la provincia de Alicante, se marchan a la capital de España o a la Ciudad Condal, o a sus respectivos entornos. Este fenómeno, además, se ha dado únicamente entre personas de nacionalidad española.

En concreto, si en 2007 se marcharon a Madrid 2.859 españoles residentes hasta ese momento en Alicante, cinco años después la cifra fue de 3.222. En el caso de Barcelona, la evolución ha sido de 829 a 1.102 personas. Asimismo, llama mucho la atención la tendencia al alza de la emigración desde Alicante hacia las Baleares, que ha pasado de 783 personas a 798 en ese mismo tiempo. Los flujos hacia la mayoría del resto de provincias han descendido.