­Egipto, Turquía y... Parla. La Costa Blanca ha vuelto a convertirse este verano en un refugio seguro y barato para facilitar el poder disfrutar de vacaciones durante la temporada alta. Cuando ya se enfila la cuenta atrás del mes de julio, Benidorm comienza a tirar de la ocupación, y tras enderezar el rumbo en un julio que comenzó flojo durante la primera semana, tienen prácticamente llenos sus hoteles y apartamentos entre el 1 y el 20 de agosto. Los veinte días con más ocupación del año, y en los que el sector turístico concentra gran parte de la facturación de la temporada alta.

La inestabilidad social que se vive en Egipto y Turquía y la crisis económica que sacude España ha reforzado el equilibro calidad/precio de la Costa Blanca, que, siendo un destino barato está al alcance de muchos bolsillos, como lo demuestra el que haya hoteles en los que se puedan pasar una semana de vacaciones por 28 euros persona/día con pensión completa. Algo que ha provocado, incluso, la reacción del mercado nacional, muy castigado, pero todavía clave durante el verano, máxime cuando desde la segunda quincena de julio y hasta octubre los ingleses viajan menos, por precio y para huir del calor.

El «lobby» empresarial Exceltur prevé que la actividad turística española abandone la recesión este año favorecida, precisamente, por la inestabilidad en Egipto y, en menor medida, en Turquía, al estimar crecimientos del 0,2 y el 1,3% para el segundo y tercer trimestres. Esa demanda inesperada, que se traducirá en el desvío hacia España de unos 730.000 turistas extranjeros (5% a la provincia) y unos ingresos en torno a los 600 millones de euros adicionales, llevó esta semana a Exceltur a revisar al alza su previsión para la actividad turística para todo 2013, que caerá un 0,4 %, frente al 1% estimado en enero.

Datos que son mucho más optimistas para la Costa Blanca donde la ocupación está garantizada en agosto y que, además, es una de las zonas españolas de sol y playa que más han todo el espectacular comportamiento del turismo extranjero desde que comenzó el año, gracias a los mercados ruso y escandinavo. Fuentes de la patronal apuntaron ayer, en este sentido, que «existe expectación y por los datos que manejamos creemos que este verano vamos a contar con más españoles que los destinos clásicos de sol y playa de Andalucía, donde muchos hoteles se han quedado viejos y los precios son más caros. Otro tema sería la costa de Cádiz o Huelva, con complejos muy nuevos y otro tipo de cliente».

Y es que la competitividad que ofrecen la mayor parte de los hoteles de la provincia es muy alta. Por 28 euros, el turista disfruta de pensión completa, alojamiento, piscina y espectáculos cada noche. Prácticamente no tiene ni que abandonar el establecimiento, lo que permite ajustar presupuestos. En estos momentos, en plena temporada alta, hay abiertos casi 200 hoteles con 65.000 plazas.

José María Caballé, presidente de la cadena Servigroup, apuntó, en este sentido, que «es cierto que algo se está empezado a mover pero todavía quedan plazas por vender y siempre habrá algún hueco que, seguro se completará con las reservas de última hora, pero crea incertidumbre. Afortunadamente contamos con un buen producto y la gente no es tonta. Desgraciadamente hay muchos españoles que lo están pasando mal pero sigue habiendo también un porcentaje de gente que sale de vacaciones y nuestro producto está adaptado al gusto de todos los bolsillos», subrayó el hotelero benidormí.