El Altet rompe sus datos. Tres meses después de que el director del aeropuerto provincial, Santiago Martínez-Cava, anunciara que las previsiones de Aena para este año apuntaban a que la terminal ganaría medio millón de pasajeros nuevos, la estadística juega a su favor y supera sus números. En los seis primeros meses del ejercicio, el aeropuerto ha recuperado ya trescientos mil pasajeros del millón que perdió en 2012, lastrado por la crisis económica, la desaparición de Spanair y los recortes de Ryanair.

Hoy, tres meses después, el balance de Aena no puede ser más positivo. El ente gestor del aeropuerto anunció ayer que el tráfico aéreo en Alicante creció un 7% entre enero y junio, lo que supuso un total de 4.251.785 pasajeros, 297.625 más que en el mismo periodo del año anterior. En junio, el crecimiento porcentual fue ya de dos dígitos (11%), gracias a la fidelidad de los británicos (474.145 pasajeros) y al espectacular crecimiento de los turistas del frío, llegados de Escandinavia, Rusia o Polonia, un destino que creció un 35% en junio. Desde Aena se muestran prudentes, pero por el volumen de plazas programadas por las compañías para el segundo semestre del año, si al final se llenan, pocos dudan de que el aeropuerto habrá recuperado entre 700.000 y 800.000 pasajeros perdidos en 2012. Buena parte de culpa la tendrá, entre otras, la aerolínea noruega NorwegianNorwegian, que ha abierto base en El Altet y conecta Alicante con 22 destinos de Europa, la mayor parte en Escandinavia.

El hecho que muchas madrugadas de este verano El Altet tenga salidas programadas a Islandia a las 3 de la madrugada, una hora poco frecuente para viajar, y que coloca la terminal en un escenario muy diferente al que se vivía el pasado enero, cuando cerraba, prácticamente, a las doce de la noche por falta de vuelos que atender, da una día de la mejora experimentada por el aeropuerto gracias al turismo extranjero.

Ahora mismo, el 80% de las operaciones se dirigen a cubrir conexiones aéreas entre Alicante y cualquier ciudad europea, incluidas las del Reino Unido, entre las que figuran nombres tan exóticos como el de Kaunas, en el corazón de Lituania o Reikiavik, en la remota Islandia, isla con la que operan hasta tres compañías aéreas. Una coyuntura que ha resucitado un aeropuerto que el año pasado cayó casi en la depresión por el descenso del tráfico. El damnificado ha sido el mercado nacional, castigado por la crisis y el AVE, que conecta al corredor aéreo con Madrid a ser prácticamente anecdótico. Desde Alicante se puede volar a cualquier ciudad de Europa pero, sin embargo, vuelos directos en España sólo quedan los de Madrid, Barcelona, Bilbao, Santiago de Compostela, Palma, Ibiza y Canarias, al margen del «exótico» enlace con León, dos veces a la semana y sólo en temporada alta.

Al margen de esta coyuntura, el futuro del aeropuerto para los próximos siete meses es espectacular con crecimientos en casi todas las rutas y, sobre todo, las operadas con Escandinavia y Rusia, que en agosto llegará a tener dos vuelos diarios, además de varios semanales con San Petersburgo, lo que supone un incremento del 88% respecto a 2012. En total, hasta noviembre la oferta de plazas crece un 14% y la de vuelos programados un 12%, lo que permitirá rozar los 800.000 pasajeros nuevos, según la programación de las compañías aéreas que operan en Alicante.