Alicante-Valencia en alrededor de una hora de viaje en 2016, y en alta velocidad. Tres semanas después del exitoso arranque del AVE entre Alicante y Madrid, el Ministerio de Fomento se ha crecido y ayer, el director general de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento, Miguel Pozo, anunció en Alicante que, finalmente, todo el Corredor Mediterráneo de Barcelona a Cartagena dispondrá a medio plazo de plataforma de alta velocidad para la circulación de los trenes de pasajeros, lo que repercutirá directamente en la reducción de los tiempos de viaje con Cataluña y posibilitará la puesta en marcha del denominado «AVE-regional» que conectará Alicante y Valencia en menos de una hora, a partir de 2016, si se cumplen la previsiones de la ministra Ana Pastor. Hasta ahora la previsión era simultanear tramos en ancho ibérico e internacional.

Pozo no facilitó ni fechas, ni presupuesto, pero aseguró que las obras están avanzadas y que salvo los tramos de nueva construcción entre Castellón y Cataluña, en el resto se aprovechan los corredores ya construidos en ancho ibérico. El alto cargo del equipo de Pastor apuntó, por otro lado, que el puerto de Alicante «enganchará» con el Corredor Mediterráneo y el denominado «tercer hilo» para la carga en ancho internacional. Una decisión del Gobierno que contrasta con la de la propia UE, que ha excluido al puerto alicantino de la futura red transeuropea de transportes, para la que Bruselas cuenta con 21.000 millones de euros en subvenciones de los diferentes proyectos.

Dos millones de usuarios

El director general de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento, Miguel Pozo, apuntó, por otro lado, que el espectacular arranque de la línea de alta velocidad entre Alicante y Madrid ha superado todas la previsiones, y el Ministerio calcula que en los próximos doce meses el tren habrá transportado 2 millones de pasajeros, lo que supondrá que el ferrocarril de alta velocidad haya ganado 1.100.000 viajeros respecto a las cifras actuales (900.000 usuarios). Pozo confirmó el anuncio de la ministra Pastor de que la velocidad comercial en el tramo Alicante-Albacete mejorará de aquí a final de año hasta dejar el viaje en el entorno de las 2 horas y 5 minutos, «un tiempo de viaje magnífico como lo es, por otro lado, también, el actual de 2 horas y 20 minutos, cincuenta menos que lo que tardaba el servicio anterior», subrayó Pozo, quien participó en un jornada sobre la oportunidades de crecimiento que ofrece en el AVE para Alicante organizada por la consultora KPMG en colaboración con la Fundación Manuel Peláez y Coepa. Fomento calcula que de seguir esta progresión el tráfico de pasajeros en alta velocidad entre Alicante y Madrid será de 150.000 viajeros al mes.

Datos económicos sobre la repercusión del AVE no se facilitaron muchos, al margen de los 70 millones de euros al año de negocio que se prevé que genere la línea en la ciudad de Alicante, sobre todo en el entorno de la estación. Lo que sí dejó claro Miguel Pozo es que, en estos momentos, la prioridad del Gobierno en el plano de la inversión es infraestructuras es el desarrollo del ferrocarril y, en concreto, la alta velocidad, a precios competitivos. En cuanto a los presupuestos, el director general de Ferrocarriles cifró la cantidad en unos 10.000 millones de euros para toda España, incidió en el poco margen de maniobra económica del Ministerio y avanzó que la línea va por buscar la colaboración público/privada.

Por otra parte, Miguel Pozo, avanzó que las buenas sensaciones del Ministerio y Renfe sobre el AVE entre Madrid y Alicante hacen pensar que el tiempo de maduración de la línea periodo en el que el usuario es completamente consciente de lo que representa será como máximo de un año. «Hasta que el viajero modifica sus pautas de comportamiento y sus modos de viaje por la nueva oferta que tiene en sus manos pueden pasar unos meses o un año, dependiendo de las circunstancias», indicó Pozo. Sobre los tiempos de viaje, el director general de Ferrocarriles incidió en que «2 horas y 20 minutos es un tiempo magnífico y es para estar orgullosos. Ninguna otra relación en Europa se acerca a este dato», enfatizó. «Bajar de ahí a quince minutos es relevante, pero tampoco, a mi juicio, es para perder competitividad. Creo que es para estar muy orgullosos de este tiempo de viaje», aseveró en relación a la petición de la patronal alicantina, que volvió a insistir ayer en la necesidad de bajar de la barrera de las dos horas.