20.000 metros cuadrados para cerca de 4.000 alumnos. Es la nueva Facultad de Educación, el primer y mayor edificio académico construido fuera del campus alicantino, en terrenos cedidos por la alcaldesa de San Vicente, María Luisa Pastor, que ayer calificaba este paso como definitivo para dejar de llamar a la Universidad de Alicante "la isla dorada", gracias a su "definitiva vinculación c0n el municipio a través de la nueva facultad.
Momentos antes de que las autoridades tomaran la palabra para festejar "un día histórico", -como lo calificaron tanto el rector, Manuel Palomar, como la citada alcaldesa y presidenta de la Diputación, y la decana, María Ángeles Martínez-, una decena de representantes sindicales y de alumnos tras una gran pancarta en contra de la Ley Wert, abuchearon a la consellera, María José Catalá, a su llegada a la inauguración, reiterando sus protestas a los gritos de "¡fuera!, ¡fuera!" ya en el salón de actos en cuanto la titular de Educación acabó su intervención.
"Es una lastima que en un momento de alegría e importante para esta universidad se manifieste que alguno no está de acuerdo, -no ya con esto, espero, sino con alguna otra medida- aunque respeto todas las manifestaciones", dijo Catalá. "Uno no se acostumbra a esto, intentamos que todos estén satisfechos con nuestro trabajo, pero ha sido bastante minoritario desde mi punto de vista", precisó.
El grupo local de EU de San Vicente lamentó la coincidencia de esta inauguración con la supresión de 1.500 interinos de la enseñanza -ver INFORMACIÓN de ayer-: "Esperamos que la nueva facultad no se convierta en una fábrica de parados y que la conselleria rectifique su política de destrucción de empleo", señalaron. También Laura Soler, desde su silla de ruedas, solicitó de la consellera unos accesos más adecuados desde el campus actual a la nueva facultad.
Financiación
El rector Manuel Palomar, por su parte, tras agradecer el trabajo previo de los equipos rectorales de Ordóñez -ayer ausente-, y de Raneda hacia la consecución del nuevo centro que aglutina todos los servicios y enseñanzas de Educación y Deporte, después de 34 años de existencia de forma desperdigada por la ciudad y el campus, reclamó de la consellera "una financiación estable y coherente, sin las actuales tensiones diarias ni presiones de tesorería. Aunque lo estamos consiguiendo -suavizó-, debe ser un compromiso de todas las instituciones su apuesta clara por la universidad pública".
Palomar especificó que la Universidad necesita un compromiso financiero para poder hacer del parque científico "un foco de Ciencia y Tecnología imprescindible en la provincia", y para poder seguir "apostando por una universidad de calidad"
Preguntada al respecto de esta reclamación financiera una vez terminado el acto, Catalá contestó a las palabras del rector admitiendo que "lo comprendo perfectamente, porque es la misma reivindicación que nosotros trasladamos todos los días al Gobierno de España. Nos necesitamos para hacer posible la estabilidad de la financiación del sistema público de las universidades valencianas", dejó caer tirando balones fuera.
Dar alas
El nuevo edificio es el primero de Magisterio con espacios polivalentes, talleres y seminarios para la práctica de las materias que imparte: música, plástica o pintura, entre otras. Y, en palabras del rector, supone la oportunidad de alcanzar referencia internacional tanto en la investigación educativa como en Ciencias del Deporte.
También la consellera hizo suyas las palabras de Unamuno llevándolas a su terreno: "El Consell apuesta por su universidad, por "dar alas" a una provincia que es estratégica para la Comunidad", y confió en que los docentes en la "nueva facultad daréis alas a los jovenes de la futura sociedad".
