El Consejo de Ministros autorizó ayer al Ministerio de Fomento a destinar 23 millones de euros a obras adicionales y complementarias en el tramo de los nuevos accesos ferroviarios de la ciudad de Alicante. Unas obras complementarias a los trabajos para facilitar la entrada del AVE. En concreto, el presupuesto forma parte de la parte que le corresponde aportar a Adif dentro de la sociedad Avant, para sufragar actuaciones de mejora en la estación-término y el entorno, así como a preservar los servicios ferroviarios que se prestan en ancho ibérico (cercanías y líneas de media distancia). Entre otras actuaciones, los trabajos posibilitarán la supresión de la vía en superficie del ramal de Benalúa, la electrificación de la vía convencional y la habilitación de un parking.

El presupuesto autorizado por Fomento es fundamental, por otro lado, para el desarrollo de un proyecto clave relacionado con la nueva línea de Alta Velocidad con Madrid, la supresión del paso a nivel de Ausó y Monzó, que mantiene partida la ciudad, debido a que los trenes de cercanías no pueden todavía circular por el túnel de alta velocidad. El cierre definitivo del paso a nivel de Ausó y Monzó, tiene un coste unos 16 millones de euros.

En principio, Fomento expropiará una parcela de 3.000 metros cuadrados. El retraso que sufre el proyecto para meter los trenes de cercanías por el túnel del AVE en el acceso a Alicante ha dejado sin fecha la apertura al tráfico de vehículos y peatones por el antiguo paso a nivel, que no será simultánea a la llegada del AVE, tal como se prometió en su día a los comerciantes de la zona, grandes damnificados del retraso que sufren los trabajos. Los barrios de San Blas y Alipark seguirán partidos por la mitad. Algo que retrasa, además, todo el desarrollo del parque central.

La solución de los técnicos pasa por la construcción de una rotonda cercana al antiguo paso a nivel y encima del túnel nuevo. Para poder construirla es necesario, sin embargo, que todas las vías pasen por el interior de la infraestructura, algo que no coincidirá con la llegada del AVE en junio. El antiguo paso a nivel de Ausó y Monzó está cerrado al paso de coches porque siguen circulando los trenes que entran y salen de la estación.

Por otro lado, y en relación a las expectativas que ha creado la puesta en marcha de la línea de alta velocidad entre Alicante y Madrid, Renfe estima que puede alcanzar un tráfico anual de unos 2 millones de pasajero, similar a la que en 2007 se inauguró para cubrir el trayecto Madrid-Málaga. En este sentido, Renfe señaló ayer que el AVE es hoy el medio de transporte elegido por el 86% de los madrileños que viajan entre Madrid y la Costa del Sol. En 2007, cuando arrancó la línea, sólo un 28% de los madrileños utilizaba el tren.

Renfe augura que la demanda de viajeros del AVE con Madrid llenará muchos trenes los fines de semana e, incluso, habrá servicios con doble composición, con lo cual, los trenes podrán transportar a 700 pasajeros en un total de 16 vagones más dos máquinas.