El Ayuntamiento de Alicante acordó ayer sacar a licitación la gestión de la grúa y de la ORA y prevé pagar incentivos a la contratista si supera los 15.000 arrastres de vehículos al año así como por lograr un amplio porcentaje de ocupación de la zona azul. El nuevo contrato tendrá un periodo de ocho años, con posibilidad de sumar otros dos de prórroga, y tiene un valor de 41,6 millones de euros para los diez años (IVA incluido). De ese importe, 5,5 millones se corresponden con los posibles incentivos que pueda percibir la nueva adjudicataria.

El concejal de Tráfico y Transportes, Juan Seva, indicó que en años anteriores no se han alcanzado los 15.000 arrastres y señaló que el que la empresa cobre más en función del porcentaje de arrastres es una fórmula para intentar que el servicio deje de ser deficitario para las arcas municipales como hasta ahora. Así, explicó que cada grúa deberá realizar una media de 4,5 arrastres al día como mínimo. Para Esquerra Unida, no obstante, la medida supondrá "incrementar la presión sobre los ciudadanos" y considera que existe "un evidente afán recaudatorio".

Las tarifas, tal y como avanzó este diario, se incrementaron un 3% en el caso de grúa, dejando el coste de cada arrastre de coche en 103 euros. En cuanto a la zona azul, la ordenanza las mantenía, añadiendo tarifas más económicas para los residentes.

Seva explicó que el actual contrato de gestión de la ORA y de la grúa finaliza el 30 de junio. Es por ello que la Junta de Gobierno local aprobó ayer sacar a licitación la nueva contratación del servicio, aunque, según el edil, con toda probabilidad no podrá comenzar a operar hasta agosto.

Con la nueva adjudicación del servicio de la ORA, se hará efectiva también la aplicación de la nueva ordenanza, con la inclusión de zonas para residentes. El conjunto de plazas reguladas en la ciudad será de 2.500, siempre que no exista consenso para ampliar la zona azul a otras áreas de la ciudad como posibilita la nueva normativa, algo que, por el momento, descartó Seva.

Según el pliego de condiciones al que ha tenido acceso este diario, la plantilla actual deberá ser asumida por la nueva empresa y cada vigilante se encargará de un máximo de 167 plazas. Todas las máquinas expendedoras de tiques se renovarán y habrá una por cada treinta plazas de zona azul. El Ayuntamiento cederá un local en la calle Pintor Velázquez para instalar unas oficinas abiertas al público. La recaudación irá a parar a las arcas municipales, que mensualmente pagarán a la adjudicataria. Para ello, se establece un sistema de incentivos, que premiará la mayor ocupación de las plazas. En el caso del servicio de la grúa, Seva indicó que la adjudicataria "tiene obligación de realizar un mínimo de 15.000 arrastres y a partir de ahí se establece un sistema de incentivos.

Los técnicos sostienen en su informe que se cumple con el criterio de rebajar un 20% el importe del contrato con respecto a lo presupuestado por el anterior. Sin embargo, desde EU critican que únicamente se haya tenido en cuenta el precio de licitación para calcularlo "sin tener en cuenta los incentivos". Así lo afirma Miguel Ángel Pavón, quien considera que no se ha justificado la necesidad de contratar el servicio con una empresa y exige al Ayuntamiento el rescate del servicio para prestarlo directamente.

La contrata se licita por 27,9 millones para ocho años (IVA incluido), a los que se suman los 6,9 de las dos prórrogas y los 5,5 millones de los posibles incentivos.