La mercantil adjudicataria del Plan Rabasa de la que forma parte Enrique Ortiz, Viviendas Sociales del Mediterráneo (Visomed), está estudiando si recurre la anulación del macroproyecto urbanístico y se plantea la posibilidad de poder partir de cero con un nuevo plan menos ambicioso centrado en Ikea. Así lo confirmaron a este diario fuentes de la mercantil, que se muestran convencidos de que el Supremo podría tardar más de tres años en resolver un posible recurso de casación, por lo que están estudiando alternativas que les permitan, aunque fuera de forma paralela a la apelación, tramitar un nuevo proyecto que agilice la implantación de la multinacional en menos tiempo.

Desde la empresa asumen que iniciar de nuevo la tramitación de un PAI requeriría de un proceso de adjudicación y señalan que se están estudiando todas las alternativas e instrumentos urbanísticos que permita la normativa actual y la que pueda aprobarse en el futuro más inmediato. Entre esas alternativas estaría la de promover, como propietarios del suelo, una Declaración de Interés Comunitario (DIC). No obstante, al igual que ocurre por parte del Ayuntamiento de Alicante, inciden en que todavía no ha tomado ninguna decisión sobre la vía a seguir y que se están estudiando todos los pros y los contras. Por el momento, técnicos de la empresa y municipales siguen estudiando las alternativas, por que no se puede fallar y hay que aportar una solución rápida a Ikea, cuya implantación ya acumula un importante retraso.

Desde Visomed señalan que la prioridad actual, dada la crisis del ladrillo, es hacer viable la instalación de Ikea mientras que el resto del plan Rabasa original -que contemplaba más de 13.000 viviendas y una superficie cercana a los 4 millones de euros- pasa a un segundo plano. Es por ello que, su decisión se regirá por acogerse a la solución que permita una implantación más rápida de la multinacional y mayores garantías, para evitar nuevos recursos judiciales que puedan tumbarla. Esa alternativa, como podría ser el inicio desde cero de un nuevo plan urbanístico, podría realizarse en paralelo al recurso que pudieran presentar al Supremo. Algo que, por el momento, continúan estudiándolo.

El Plan Rabasa se adjudicó a la mercantil en el año 2005. Desde entonces, el plan urbanístico que por ha pasado varias veces por pleno y a finales de 2010 se presentó el proyecto para modificarlo e introducir la implantación de Ikea y un macrocentro comercial anexo en una parcela de 300.000 metros cuadrados ubicada junto a la avenida de la Universidad. Esa modificación sigue en trámite, pero una vez anulada la base -el plan original- no puede prosperar. Es por ello que, ante lo que pudiera tardar un fallo del Supremo si se recurren las sentencias del dictadas por el Tribunal Superior de Justicia, desde la mercantil urbanizadora del plan se estén planteando soluciones alternativas para sacar adelante un nuevo proyecto que permita implantar Ikea. Eso sí, menos complejo y ambicioso para que su tramitación no sea tan compleja.