Los datos, no por conocidos, son menos desgarradores: Barrios donde hay más del 40% de parados, 430 desahucios en la ciudad el año pasado, comercios cerrados, jubilados con pensiones de menos de 500 euros, niños que pasan hambre, miles de parados sin prestaciones de desempleo, 40.000 personas dependiendo de los servicios sociales o la caridad, regreso del chabolismo, mendicidad, gente durmiendo bajo los puentes... Todos estos dramas, y muchos más, han sido puestos de manifiesto por la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas, PIC, que ha clausurado sus VII Jornadas de la Ciudad presentando un mapa de la pobreza y la exclusión en Alicante en el que se evidencia que "ya no estamos ante la excepción de la zona norte, sino ante una extensión en la mancha del tejido urbano" en palabras del presidente de la PIC, José María Perea, en alusión a barrios como Juan XXIII con un 40% de parados, pero también a otros de otras áreas de la ciudad "como Altozano con un 38% de desempleo".

Para visualizar la situación, la PIC propone la creación de un "turibus de la pobreza", alternativo al turístico, de la mano de la Plataforma contra la Pobreza y la Exclusión de Alicante, un viaje de esa otra ciudad alejada del eslogan "guapa, guapa" promovido por la alcaldesa, tal como indicó Kike Romá, miembro de la plataforma contra la pobreza, "que sube más al norte y se ensancha hacia el este y el oeste... con puntos obligados como los barrios de San Antón, Virgen del Carmen, Juan XXIII, Villafranqueza, Virgen del Remedio, Tómbola o la Florida", y que incluye la sede de Alicante Acoge "cerrada por las deudas del Consell", los puntos de desintoxicación "oportunamente escondidos" o los campamentos de los sin techo existentes junto al Rico Pérez. Kike Romá propone un tour diferente al que realizan los turistas cuando vienen a Alicante, "un viaje al desempleo y a los desahucios", la mayor parte de los cuales, según se puso de manifiesto en la jornada, se realizan en los barrios con mayor presencia de inmigrantes extracomunitarios.

En el acto de la PIC intervinieron personas que sufren la recesión en primera mano, como Mercedes Pastor, quien aludió a la situación que viven miles de familias en pisos de cinco alturas sin ascensor "convertidos en cárceles para sus propietarios o inquilinos en Virgen del Remedio"; o la secretaria general de CCOO en L´Alacantí, Consuelo Navarro, quien recordó que en Alicante, desde que se inició la crisis, hay 27.000 parados más; o Ousmane Ndiaye, un emigrante senegalés que habla varias lenguas y que "se sabe un privilegiado" porque tiene trabajo en un hotel aunque sólo cobra 400 euros al mes por ocho horas diarias.

Despidió el acto el presidente de la PIC, José María Pera, quien recordó que "la crisis no va por barrios. Llega a todos los rincones de Alicante", por lo que invitó "al Ayuntamiento, Universidad, sindicatos y organizaciones sociales a elaborar una radiografía más precisa que se actualice periódicamente para poder elaborar entre todos un plan contra la pobreza y la exclusión que afronte este reto como el más urgente de la ciudad si no queremos que la crisis acentúe el dualismo y nos conduzca al abismo de una situación sin esperanza ni futuro". Perea finalizó su intervención afirmando que "los ciudadanos de Alicante no podemos instalarnos ni en la indiferencia insolidaria ni en la desesperanza" para añadir que "si desde las administraciones públicas no hay respuesta, la deberíamos forzar desde la ciudadanía". En el mismo sentido, Kike Romá pidió "que alguien se atreva a coger ese otro autobús que está dejando a niños sin desayunar, a familias sin casa y a gente tirada en la cuneta porque han perdido el trabajo", recordando que se trata de algo que "nos puede pasar a cualquiera".