Cada día más crispados e indignados. Así se muestran los miembros de Stop Desahucios de Alicante ante lo que califican de una situación de emergencia social que ha tenido su exponente más grave en los dos suicidios que se han producido en Alicante, el último, el pasado viernes, a lo que hay que añadir el número cada día mayor de personas sin vivienda, sin medios para pagar la luz y el agua y sin dinero ni para comer.

Con el objetivo de instar al Ayuntamiento a tomar medidas ante esta situación, más de un centenar de miembros del colectivo se concentraron ayer a las puertas del Ayuntamiento para, a gritos de "sí se puede", obligar a la administración local a implicarse. "Nosotros hacemos lo que podemos. Estamos atendiendo ya 250 amenazas de desahucios en Alicante pero, entre tanto, el Ayuntamiento no hace nada", indicó a este respecto José María Copete, portavoz de la plataforma que ayer presentó un escrito en el registro municipal instando a Sonia Castedo a adoptar medidas para evitar más suicidios. Stop Desahucios, concretamente, pidió ayer a las autoridades que intervengan en el caso de una mujer con dos hijos, uno de ellos afectado por una retinopatía degenerativa, que ha amenazado en varias ocasiones con quitarse la vida si pierde su casa en el barrio de Los Ángeles. Se trata de un piso de alquiler cuya propietaria también se encuentra en una situación límite ya que sólo cobra una pensión reducida y tiene a un hijo en paro a su cargo y necesita el dinero del alquiler para subsistir. Tal como señaló ayer Jesús Naranjo, miembro de la plataforma, "son casos dramáticos en los que no podemos posicionarnos más que para pedir ayuda a quien debe darla, que es el Ayuntamiento". Casos dramáticos como el de Juan Batista, cuyo desahucio de su casa en Cabo Huertas está previsto para el 13 de mayo y que aseguró ayer que "si vienen a echarme, que traigan un coche funerario porque van a encontrar un cadáver. Ya no puedo más".

Los integrantes de Stop Desahucios intentaron durante un par de horas hablar con algún representante municipal, tiempo durante el cual no pararon de corear consignas y exigir a las autoridades, a través de megafonía, que dieran la cara y les recibieran. Finalmente, ante su insistencia, fueron recibidos por la alcaldesa mientras ediles de EU y del PSOE salían a la plaza para atender a los manifestantes. Durante este tiempo, sin embargo, el calor y los nervios provocaron que Manuela, una de las integrantes del colectivo, sufriera un ataque de ansiedad y tuviera que ser trasladada a un centro sanitario en ambulancia, al tiempo que otros manifestantes mostraban su desesperación con gritos y críticas a la alcaldesa "que sólo se preocupa de que venga el Papa".

Stop Desahucios anunció ayer que seguirá movilizándose mientras el problema no se solucione. "En el PP nos comparan con nazis y fascistas por los escraches", señalaba Copete, "lo que demuestra su profunda hipocresía, pero nosotros seguiremos movilizándonos ante las sedes de los partidos y de los bancos. Vamos a continuar porque, por desgracia, el problema va a continuar".