Suciedad y carros, muchos carros abandonados. Es la estampa que ayer se podía ver en los descampados aledaños a la playa de San Juan, donde el día anterior miles de jóvenes celebraron un macrobotellón tras la romería a la Santa Faz.

Los supermercados están más que hartos de que los jóvenes usen sus carros para cargar las bebidas que después de la romería consumen en la playa. En este sentido, durante la jornada del jueves al menos un establecimiento presentó una denuncia por estos hechos ante la Guardia Civil. "Cada carro cuesta hasta 180 euros y a nosotros nos robaron casi 20 colándose por la parte trasera del supermercado", señalaba la responsable de una superficie de alimentación de San Vicente. Esta trabajadora señaló ayer que las pérdidas, en su caso, ascienden a 2.000 euros y se quejó de la respuesta que obtuvo por parte de la Guardia Civil. "Nos dijeron que el año que viene pongamos un guardia de seguridad".

A la espera de que sean retirados por los equipos de limpieza, trabajadores de algunas superficies comerciales se desplazaron ayer a la zona en furgonetas para recoger sus carros, según relataron ayer algunos testigos. Los restos del enorme botellón también eran patentes ayer a mediodía, con botellas y vasos tirados por los alrededores de la playa de San Juan. Cerca de 200 personas tuvieron que ser atendidas por los equipos de emergencia movilizados con motivo de la Romería.

Las lipotimias y las intoxicaciones etílicas sumaron buena parte de las atenciones que este año se han incrementado, entre otros factores, por el calor.