Los pubs del centro tradicional se comprometieron ayer, durante la celebración de la Mesa de Ruido municipal, a extremar las medidas de control para tratar de frenar la declaración de Zona Acústica Saturada de la calle Castaños y su entorno, tal y como sigue reclamando la asociación de vecinos del barrio y se está planteando el equipo de gobierno local. Entre las medidas que proponen los empresarios está reforzar la limpieza en el exterior, el control de las dobles puertas y de la presencia de porteros para evitar que la música salga al exterior, extremar el cuidado para que los clientes no consuman sus bebidas fuera de los veladores e iniciar una campaña de concienciación de la clientela con carteles pidiéndoles que respeten el descanso de los vecinos.

Con estas medidas los empresarios tratan de frenar la ofensiva de los vecinos, pero reclaman una mayor presencia de la Policía Local para perseguir a los locales que no se ajusten a la normativa y para evitar el consumo de alcohol fuera de los locales y sus terrazas. Desde la asociación de vecinos del Centro Tradicional volvieron a reclamar una reducción de los horarios de desmontaje de las terrazas y del cierre de los locales así como la declaración de la zona como acústicamente saturada. Esa designación conllevaría una restricción de las licencias -como las que ya se aplican en el Casco Antiguo y en la zona de Franciscanos-Oliveretes- así como una posible reducción de los horarios de cierre de los locales con música. Esto último es, precisamente, lo que más preocupa a la Asociación de Locales de Ocio de Alicante, que forma parte de la mesa. El representante del colectivo, Lalo Díez, defiende que el sector genera empleo y es fundamental para la economía de la ciudad, por lo que incide en que deben conciliarse los intereses de empresarios y vecinos sin tener que llegar a la declaración de zona acústica saturada, con las drásticas medidas que conlleva.

Por ello, desde la asociación reclamaron más presencia policial en el entorno para poder reducir el ruido que se genera en las calles por el fenómeno del botellón y perseguir a aquellos hosteleros que no cumplen con la normativa porque, según Díez, "el perjuicio puede ir en contra de todos". Desde este sector anunciaron también su intención de elaborar un estudio sobre el impacto económico del ocio en la ciudad así como de las denuncias que se han producido relacionadas con el ruido desde el año 2007.

La edil de Urbanismo, Marta García-Romeu, ratificó que las inspecciones de la Policía Local realizadas durante los últimos fines de semana en la zona de Castaños fueron "positivas" porque, constataron que "la mayoría de los locales cumplen con la normativa". En esa línea, la edil subrayó que "continuaremos con las labores de inspección" y consideró que si los pubs "cumplen puede haber una convivencia". En esa línea, incidió en que "de momento se tomarán las medidas correctoras y, si fuera necesario, se llevaría a cabo" la declaración de zona acústica saturada en el entorno de Castaños.

Vuelven a plantear las "cajas negras" de sonido en los locales

El equipo de gobierno local volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de instalar sonómetros en el interior de los pubs que, como si fuera la "caja negra" del un avión, registren los picos de sonido del conjunto de la noche. Desde la Asociación de Locales de Ocio esgrimen, no obstante, que de aplicarse esa medida debería ampliarse a la totalidad de los pubs de la ciudad, no sólo a los del centro tradicional.