­La Conselleria de Infraestructuras mantiene parados -algunos desde hace meses- 14 tranvías que compró para la puesta en marcha de la Línea 2 del tranvía entre Alicante y San Vicente, y el desarrollo de toda la red del TRAM, en los que se gastó unos 45 millones de euros a razón de más de tres millones por unidad. Los tranvías se han convertido en testigos mudos de la inoperancia de la conselleria, no sólo para inaugurar la línea a la Universidad, que el mes que viene hará dos años terminada y paralizada, sino para finalizar el desarrollo de una red tranviaria afectada de lleno por el recorte presupuestario.

La semana pasada llegó la decimocuarta unidad y ni el propio comité de empresa conoce ya cuál puede ser el destino de tanto tranvía e, incluso, se especular con que alguno podría haber llegado desde Valencia donde también sobran. Mientras, Infraestructuras ha desistido finalmente de la fórmula jurídica del «diálogo competitivo» para elegir a la gestora de la futura Línea 2 y ahora, un año después de declarar desierto el concurso público inicial, ha decidido optar, de nuevo, por un concurso público, aunque con unas condiciones económicas menos lesivas para las depauperadas arcas del Consell.

La consellera Bonig quiere tener ultimado el nuevo pliego de condiciones para finales de mayo, pero siguen llegando tranvías a las cocheras de El Campello donde ya están aparcados 14 tranvías nuevos (28 vagones) sin destino. Según fuentes del comité de empresa, la Línea 2 sólo necesita 8 tranvías, por lo que nadie sabe muy bien cuál será el futuro de los otros seis. Una compra que se hizo cuando todavía no se había parado el proyecto para la ampliación de las frecuencias con la Playa San Juan, El Campello y Benidorm gracias al túnel de la Serra Grossa, la prolongación al aeropuerto de El Altet y al centro de Benidorm. Hoy, el túnel de 1.400 metros de longitud está sin equipar después de haber lo terminado en una actuación presupuestada en 36 millones de euros. La extensión a El Altet también se paró y la prolongación de la Línea 1 (Alicante-Benidorm) hasta la avenida del Mediterráneo de la capital turística se ha quedado en el dibujo.

La conselleria abrió el 21 de mayo de 2012 el proceso administrativo con el objetivo de tratar de poner en marcha la línea antes de que comenzara el curso en el campus de San Vicente. El Consell decidió, finalmente, que fuera una empresa mixta (FGV-adjudicataria) la que gestionara la línea por un periodo inicial de 15 años, aunque en la práctica la explotación sería privada porque el socio no público tendría una participación del 75% en la sociedad.

El documento estuvo en información pública hasta finales de junio, y a partir de entonces debía licitarse el concurso público bajo la fórmula del «diálogo competitivo».

El ajuste presupuestario impuesto por el presidente para reducir el déficit público (la deuda de FGV alcanza los mil millones de euros) había hecho imposible que Infraestructuras pudiera cumplir las obligaciones económicas establecidas con el posible gestor de la línea en base al contrato anterior, al no poder pagar la tarifa técnica fijada, entre 15 y 20 millones de euros, a abonar todos los años al concesionario. Solución: la consellera Isabel Bonig declaraba en enero de 2012 «desierto» el concurso para adjudicar la línea, y anunciaba en mayo el inicio de un nuevo periodo de ocho meses para elegir, entre tres aspirantes, al futuro operador de una infraestructura que ya no será privada al cien por cien. Dos años después de acabada y probada, la Línea 2 sigue paralizada.

LAS CIFRAS

145 MILLONES €

Despilfarro de dinero público

La Conselleria de Infraestructuras lleva invertidos en la construcción de la Línea 2 del tranvía un total de 145 millones de euros, de los que 100 corresponden a la plataforma y 45 a los 14 tranvías parados en las cocheras de El Campello.

36 MILLONES €

Un túnel de lujo para nada

La Generalitat paró en la primavera de 2012 las obras de la variante de la Serra Grossa. Un túnel de 1.400 metros que permitiría la doble vía y aumentar frecuencias del tranvía. Su coste, 36 millones de euros.

24 MESES

Dos años de indolencia

El próximo mes de marzo se cumplirán dos años (24 meses) desde que la Línea 2 quedó lista y probada para su utilización. Nadie sabe cuando podrá ver circular los tranvías.

PREVISIÓN

La joya de la corona

La línea Luceros-San Vicente estaba llamada a ser la joya de la corona de la red del tranvía. No sólo porque en el Campus de San Vicente estudian 25.000 alumnos, sino porque los tranvías darán servicio al centro de la ciudad, barrios de norte, Hospital General y San Vicente. El Consell prevé que la línea tenga un tráfico anual inicial de 6,3 millones usuarios que alcanzará los 11,5 millones en siete años. Su inauguración supondrá, de inmediato, la reducción en un 22% del tráfico de vehículos hacia la UA y San Vicente.