A las vergonzosas colas para acceder a las oficinas de Extranjería de la calle Campo de Mirra en las que decenas de inmigrantes pasan el día e incluso la noche en plena calle para poder renovar sus papeles se suma el bochornoso trato de algunos funcionarios -que no todos- como ha venido denunciando este diario en las últimas semanas y constata un vídeo grabado por una ciudadana en dichas instalaciones. Las imágenes muestran como dos policías pierden l0 exigible a un servidor público y gritan con desprecio a un inmigrante de rasgos orientales al que llegan a enviar, literalmente, a "la mierda" y acusan de llevar consigo a su bebé para "dar lástima".

El vídeo, grabado con un teléfono móvil en la mañana del martes 22 de enero, pone en evidencia el trato de uno de estos agentes a varios inmigrantes a los que echan a gritos del interior del patio en el que se encuentran las oficinas mientras en el vídeo se escucha la voz de quien graba cuestionando las formas empleadas por el funcionario. El agente se dirige después a un ciudadano de rasgos orientales al que pregunta en reiteradas ocasiones si tiene cita y lo envía "a la mierda" antes de espetarle: "Ya me estás cansando". El exaltado tono empleado por el funcionario y su insistencia en no dejar hablar a su interlocutor llega a desesperar al inmigrante asiático que, en un momento dado, exclama: "Hostia. ¿Usted escucha bien?". El agente respondió echándolo fuera a gritos, como había hecho en varias ocasiones anteriores. En ese momento entra en escena un segundo agente quien recrimina al inmigrante que "ha venido ya setenta veces con la misma historia", algo que niega el joven asiático. Este último funcionario vuelve a echar a gritos al inmigrante mientras se pregunta si se ha llevado al bebé "para dar lástima". El agente asevera que lleva "desde las nueve de la mañana dando por saco" y le insta a "estar en casa acostado" que, según le espeta, "es donde tienes que estar".

En cualquiera de los casos, las formas empleadas por los agentes resultan injustificadas. En ello coinciden algunos de los testigos del incidente, como la propia Gabriela Iris Boianelli, una ciudadana de origen argentino, que grabó el vídeo mientras esperaba a recoger de las oficinas su tarjeta de residencia española. Cuenta que ya había ido previamente a las dependencias de Campo de Mirra el 13 de diciembre cuando asegura presenció escenas similares y "como una chica que venía con un certificado médico de que no podía estar de pie tuvo que estarlo durante media hora". Cuando regresó el 22 de enero para retirar su tarjeta de residencia, cuenta que "vi más de lo mismo" al entrar al patio de las instalaciones al que se accede tras realizar cola en la calle. "Me enfadé, me angustié, encendí el móvil y comencé a grabar disimuladamente", apunta esta mujer, quien sostiene que después de apagarlo siguió presenciando "gritos e insultos".

El martes, Alejandra Aranda también fue testigo del incidente desde el exterior. "Me quedé fuera esperando a mi amiga y pude ver como los policías que había fuera, donde están las colas, atendían muy bien y amablemente a la gente y le daban información, pero luego empecé a escuchar los gritos de dentro", relata esta mujer, quien sostiene que "si el chico -el inmigrante asiático- accedió al patio es porque alguien, alguno de los policías de la puerta, le tuvo que dejar entrar en algún momento, pero aunque trataba de explicarlo, no le dejaban". Según esta última, "la gente pasa mucho tiempo en la cola y no es justo que se les trate así".

Hace un par de semanas -el 12 de enero- en estas mismas páginas se publicó un reportaje denunciando el trato dispensado por algunos funcionarios a los inmigrantes que hacen cola en la calle durante días para renovar sus permisos de residencia. Tal y como fue testigo este diario, al abrirse las dependencias al público ese día, un agente que salió del interior espetó a gritos a los inmigrantes: "¡Quiero una única fila! ¿Es que no saben el significado de la palabra de uno en uno". Aunque la gente, que esperaba hacinada en las colas, trató de apretarse para cumplir con los requerimientos del agente, este último agregó con mal tono: "¿Hace falta que salgan mis compañeros y os hagan poneros en fila? Hasta que no vea una sola fila no pienso dejar pasar a nadie".

Días después de la denuncia de este diario, la situación parece no haber variado, como se constata en el video aportado por una ciudadana. Ayer, a media mañana, la situación parecía tranquila y, al menos en el momento en el que este diario estuvo allí, no se apreciaron malas contestaciones por parte de los agentes presentes. Entre quienes permanecían en las colas desde hacía horas o, incluso desde el día anterior, había quienes aseguraban no haber presenciado ningún incidente a lo largo de la mañana, mientras otros aseveraban que en algunas de las ocasiones anteriores e incluso de buena mañana habían escuchado "groserías y palabras de desprecio a algunas de las personas de la cola por parte de algún agente", como inició Alcides M. "Algunos gritan mucho y hablan muy mal", señaló Abdallah Y., quien pasó la noche en su coche junto a su niña de cinco años y toda la mañana en la cola para poder acceder a las oficinas a renovar los papeles de la menor. "Yo también he dormido aquí", explica El Hocine I., quien critica que después de haber hecho la cola anteriormente tuvo que ir a pagar la nueva tasa. Es por ello que reclama que "pongan a alguien para informar".

Todos ellos coinciden en su indignación al verse obligados a pernoctar hasta tres noches seguidas a las puertas de estas oficinas para renovar los papeles porque la mayoría de los trámites no pueden realizarse con cita previa. Desde la Subdelegación del Gobierno en Alicante ya informaron de su intención es instalar la cita previa, un sistema que será presentado hoy y del que esta administración no quiso avanzar nada ayer, como tampoco quiso realizar declaraciones ante las quejas ciudadanas por el trato recibido por parte de algunos agentes.