La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, aseguró ayer que la línea 2 del Tram en Alicante es una "prioridad" para el Consell, al mismo tiempo que afirmó que "no se hará un contrato lesivo para los intereses de la Comunitat". La consellera quiso aclarar que la puesta en marcha de la línea no se realiza por "un problema económico". La obra está acabada desde hace meses y en ella se han invertido más de 100 millones de euros. "Asumo que la gente no entienda por qué una obra finalizada no se pone en marcha, pero estamos ultimando un pliego de condiciones asumibles por la Generalitat y la empresa privada" que se haga cargo, apostilló.

La titular de Infraestructuras insistió en que la puesta en marcha es "una prioridad" para el Ejecutivo de Alberto Fabra y por ese motivo la Conselleria estudia "todas las posibilidades" y se escogerá la que sea "más ventajosa" para la Generalitat. Bonig pidió "un poco de paciencia" porque "no se puede hacer un contrato lesivo" para la Comunidad: "Por eso se rescindió la licitación que se hizo antes de que yo llegara al cargo, porque no se podía asumir económicamente".

Bonig admitió que es una línea que tendrá un elevado número de usuarios, pero existe un déficit de explotación "porque lo que pagan los usuarios no cubre el coste de explotación". Además, añadió que hay que amortizar "toda la inversión y los tranvías que se han comprado y los que se tienen que comprar. Ahí está el problema".

Por último, prometió que se mantendrá el servicio de la línea 9 Benidorm-Denia, que "algunos decían que iba a desaparecer".