"Alterado. Así está el barrio, entre la sorpresa de quienes aún no se lo creen y de los que no saben qué hacer con los décimos o papeletas, ni cómo va esto", explicaba ayer la directora de una entidad bancaria del barrio de Benalúa, en cuya puerta esperaban varios clientes afortunados antes incluso de que abriera la oficina. Son 34 millones de euros los que el primer premio de El Niño ha dejado en el barrio gracias a la hoguera, que llevaba más de 50 años jugando el 30.875, y que, para este sorteo, adquirió 170 décimos en la administración número seis de Alicante, "El Negrito", ubicada en la plaza de Gabriel Miró. De ellos 52 décimos los vendieron en papeletas, por lo que el premio está repartidísimo por todo el distrito e incluso ha llegado a otros rincones de Alicante gracias al intercambio con otras comisiones festeras. "Ha llegado hasta San Gabriel, San Antón Alto, la zona donde planta la hoguera Baver Els Antigons o Florida Portazgo", apuntó la presidenta de la afortunada asociación festera, Pilar Rodríguez, también premiada, a la que le viene "de perlas" el dinero ya que "llevo tiempo en paro y, aunque hago trabajillos de vez en cuando, este mes no tenía nada", afirmó mientras recibía las felicitaciones de varias vecinas. La presidenta de la hoguera trabajaba como guía turístico de jubilados del Imserso hasta mayo de 2012.

El bar Les Bessones, situado en la calle Foglietti, a pocos metros del racó de la hoguera, ha repartido 12 millones de euros a vecinos y clientes gracias a los 60 décimos que ha vendido. "A mucha gente le va a cambiar la vida, hay trabajadores, parados, gente que estaba muy mal y que incluso le iban a quitar el piso, gente que venía aquí a comer o a tomar café y se han llevado el número", dijo el propietario, José Luis Martínez Cuadrado, también premiado, quien abrió el bar en plena crisis y que lo ha pasado mal. Un negocio que está relacionado con la hoguera ya que las hijas de la cocinera, que tiene a su marido en paro, pertenecen a la comisión.

"Llevaba tres años hasta el cuello, trabajando sin parar, de lunes a domingo y festivos, y con una sola semana de vacaciones en este tiempo. Y peleándome con los bancos, por los intereses, ya que no hacían más que quitarme. Ahora es al revés, vienen a darnos de todo", dijo Martínez en referencia a las visitas y llamadas de representantes de entidades que ha recibido en las últimas horas a cambio de que deposite su premio.

Martínez, padre de dos hijas, decidió embarcarse en este negocio después de pasar un año y medio en paro, "y pidiendo ayuda a todo el mundo. Ahora me tocará devolver dinero a mucha gente que me lo dejó y apenas me quedará un piquillo para acabar de pagar la hipoteca", dijo este premiado a quien un gestor le ha aconsejado que se espere unos días antes de depositar su décimo "porque no está muy claro aún el tema fiscal", explicó ayer, mientras celebraba su suerte en familia con la persiana a medio echar.

En cambio, Juan Martínez, un jubilado de 83 años que compró un décimo premiado precisamente en Les Bessones, no se lo pensó dos veces y ayer mismo lo ingresó en su banco. "Voy al bar a comer todos los días y siempre compro ese número en Navidad y El Niño". Le han correspondido 160.000 euros tras la retención del 20% que el Estado aplica por primera vez, un dinero que reservará. "Estoy solo y cobro pensión. Vivo en casa y viene una chica a limpiar, y tampoco puedo viajar", ya que se desplaza con andador. Por ello, "comeré lo que me apetezca y cuando me vaya arriba que se lo repartan mis sobrinos, que tengo ocho", dijo.

Gracias al bar también ha tenido premio Aroa Mas Arroyo, sobrina del dueño, quien compartió un décimo con su hermana, que trabaja en el establecimiento, y con dos personas más. Percibirá 40.000 euros que le permitirán independizarse. "También trabajo en un bar, en el centro de Alicante, y no tengo nada. Vivo con mi madre y esto me permitirá comprarme un pisito pequeño y barato o dar una entrada". Frente a Les Bessones hay un estanco y sus encargados se han llevado otro pellizco.

Otro bar afortunado es la cervecería-charcutería "El Jabuguito", cuyos trabajadores han jugado entre todos diez décimos. "Tenemos la suerte de tener empleo pero estamos como todo el mundo. El premio nos permitirá tapar agujeros e ir más al corriente. Tenemos además clientes y amigos muy necesitados a los que también les ha tocado", dijo David Ferrán, uno de los camareros, que lleva un décimo a medias con otro compañero, y que recibió ayer mismo en el bar la visita del responsable de una entidad bancaria que sobre todo le informó del dinero que el Estado se llevará de su premio.

La lluvia de millones que ha caído en Benalúa vendrá muy bien a un barrio que estaba "muy parado y muy tocado, con mucho desempleo y con muchos negocios que estaban cerrando", coincidieron ayer afortunados, comerciantes y banqueros. "En realidad es como si nos hubiera tocado la lotería a todos, porque a partir de ahora habrá vidilla. Los ganadores gastarán más en los comercios, en los bares y se generará actividad. Habrá más negocio para todos, ayudará a los que estaban en paro y que si no conseguían ingresos podían perder su casa y a los comercios que no vendían. Nos alegramos todos por igual", dijo Patricia Juárez, directora de una sucursal bancaria de la calle Foglietti.

Muchos hablaban abiertamente de su premio, incluso de las condiciones que les ofrecen los distintos bancos, entre las que destaca la oferta de una caja de 600 euros como gratificación por ingresar el décimo, ya que la mayoría ofrece plazos fijos entre el 2,5 y el 3,5% y asesoramiento. "Lo bueno es el trato del banco de toda la vida porque dar más por un billete de lotería es usura y eso sale mal. Nosotros les recomendamos que esperen una semana, que se calmen y lo dejen en manos de profesionales, que estudien bien cómo repartirlo para que, además del 20% que se acaba de introducir, no les quiten más dinero con el impuesto de donaciones", explicaron desde otra entidad. Según el Registro de Economistas Asesores Fiscales, la persona que quiera repartir el premio con otras debe comunicar a la Agencia Tributaria que fue adquirido entre varios para que los beneficiarios también estén exentos de tributación.

Además de los 34 millones que ha dado la hoguera y de los dos del restaurante La Cantera, hay seis más repartidos por Alicante de otras tres series que vendió la administración "en ventanilla pura y dura" ya que en los registros que guardan no consta que se las llevara ninguno de sus 2.000 abonados y tampoco las vendieron por correo. César Mateos, de la cuarta generación de loteros de la administración fundada en la Plaza de Gabriel Miró hace 101 años, dijo que "aún no sabemos quiénes son, a ver si vienen y nos guiñan el ojo", bromeó. En el día después atendieron sobre todo a personas que llevaban el número posterior al Gordo o el resto de la decena, ya que también la vendieron. "Está más cerca el premio de lo que la gente piensa. Cada semana hay cinco nuevos millonarios en España gracias a la lotería".

"Se me estaba acabando la ayuda familiar"

Sara es una festera de la hoguera Benalúa que llevaba más de un año en paro y a la que se le estaba acabando la ayuda familiar que está cobrando por un hijo menor de edad. Ella llevaba un décimo y su hija mayor, de 23 años, que lleva toda la vida en la comisión festera, otro. Los 160.000 euros que ha ganado la han dejado afónica de la alegría y la sorpresa. "Me viene de perlas porque estaba preocupada, ya que aquí en España con más de 30 años es muy difícil volver a colocarte", dijo esta afortunada que era dependienta de comercio, por lo que no descarta abrir su propia tienda. "Estoy pensando montar algo para invertir y trabajar", dijo.