E l presidente de la Generalitat, Francisco Camps, no sólo parece dispuesto a borrar a los partidarios de Eduardo Zaplana de las candidaturas autonómicas sino que además también ha lanzado una nueva ofensiva para intentar romper la unidad que, al menos hasta ahora, había mantenido el núcleo duro del zaplanismo, atrincherado en la dirección del PP en Alicante. De hecho, el jefe del Consell ha garantizado cargos públicos tras el 27-M a destacados dirigentes zaplanistas, caso de Julio de España, para intentar minar los apoyos de José Joaquín Ripoll en la batalla de las candidaturas del PP.

De hecho, el máximo responsable de la Generalitat telefoneó a De España, tras evidenciarse que el actual titular de las Cortes no volvería a optar a un escaño, para ofrecerle una salida como senador territorial, un puesto que la Cámara autonómica debe nombrar una vez que se constituya tras la contienda electoral. El jefe del Consell también se ha mostrado receptivo, por ejemplo, a la continuidad del hasta ahora diputado autonómico Juan Seva, al margen de dar su visto bueno a la presencia de los consellers Miguel Peralta y Gema Amor en la lista a las Cortes y del propio Joaquín Ripoll y Miguel Valor en la candidatura municipal. La oferta de Camps hacia Julio de España, al que los zaplanistas postulaban como cabeza de lista autonómico, ha sido interpretada por los partidarios del ex ministro como un intento de Camps de romper la unidad del PP de Alicante en un momento crítico. La propuesta se produjo, de hecho, coincidiendo con la decisión de los populares alicantinos de responder al veto del presidente Camps en la candidatura autonómica con la remisión a Madrid, que la acabará modificando, de una lista municipal de Alicante encabezada por Alperi aunque copada por zaplanistas. En este ambiente de tensión y de batalla campal en las filas populares, la dirección nacional del PP optó ayer, a pesar de que inicialmente había concedido otro plazo extra de 24 horas, por volver a aplazar la ratificación de las candidaturas de la Comunidad Valenciana. Esta vez el margen expira el próximo lunes. De acuerdo a los plazos legales, sin embargo, los populares tendrían hasta la medianoche del lunes 23 de abril, dentro de nueve días, para poder validar la candidatura ante la Junta Electoral de zona de Alicante. Si la crisis continúa, nadie descarta que Génova, sabedora de que Mariano Rajoy se juega gran parte de su futuro político en la Comunidad, pudiera forzar un nuevo retraso para buscar un pacto para evitar que la crisis de la lista acabe por dinamitar el PPCV a tan sólo cuarenta días de los comicios del 27-M. Tras el aplazamiento de Madrid, en una decisión tomada ya en la madrugada del jueves al viernes, el presidente de la Generalitat también optó por desconvocar el comité electoral regional y retener la aprobación de las listas autonómicas. «Si Camps lo tuviera claro, hubiera aprobado hoy - por ayer - las listas autonómicas y punto», reflexionó un destacado miembro del PP alicantino que, además, también aludió, en esa misma dirección, a la candidatura municipal de Alicante. «¿Por qué, aunque no estén aprobadas por Madrid, Rita Barberá y Alberto Fabra han presentado sus listas y Camps no ha hecho lo mismo con su propuesta para Alicante No sabe que hacer para salir del conflicto», se contestó este mismo dirigente.

A pesar de la evidencia de que Génova está buscando desesperadamente que las facciones del PP en la Comunidad se pongan de acuerdo, lo cierto es que ayer, al menos hasta el cierre de la edición, no se habían producido contactos significativos para retomar las conversaciones. A pesar de eso, desde las filas campistas se lanzaba la posibilidad, que contaría con el aval de Ángel Acebes, de empezar a perfilar un acuerdo para evitar el conflicto que incluiría la presencia de los consellers en la candidatura autonómica, algo ya confirmado por Camps, y de cinco zaplanistas, entre ellos Ripoll, Miguel Valor, Seva y otros dos en la municipal. El problema, sin embargo, es que sería difícil cerrar una entente entre ambos sectores sobre la base de algunos de los nombres que, hoy por hoy, están sobre la mesa.