El president de la Generalitat, Alberto Fabra, ha creado una nueva estructura de su Gobierno en el que reagrupa áreas para hacerlas más eficaces, reduce el número de Consellerias en una muestra de austeridad y eleva el peso de la atención social, al mismo tiempo que reduce a solo tres las caras de la etapa de Francisco Camps.

En la nueva estructura del Gobierno valenciano, que pasa de diez a ocho Consellerias, las competencias de Turismo dejan de estar junto a las de Cultura y pasan a la Conselleria de Economía e Industria (Máximo Buch), a la que también se une la gestión del área de Empleo, hasta ahora unida a Educación.

El conseller de Economía, Industria, Empleo y Turismo, Máximo Buch, amplía sus competencias en una concepción lógica de aglutinar las políticas relacionadas con los sectores productivos y el empleo.

Educación (María José Catalá) recupera las competencias de Cultura y Deporte, unión de competencias que se ha dado en la mayoría de los gobiernos de la Generalitat.

Justicia y Bienestar Social se desgaja y los asuntos sociales tienen una Conselleria en exclusiva (Asunción Sánchez Zaplana), mientras que Justicia pasa a Gobernación (Serafín Castellano).

El vicepresidente y portavoz del Gobierno, José Císcar, suma a su amplio papel de coordinación del ejecutivo las competencias de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua.

Sanidad y Hacienda y Administraciones Públicas mantienen las mismas competencias, aunque en ambos casos con nuevo titular, Manuel Llombart y Juan Carlos Moragues, respectivamente, mientras que la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente mantiene la misma estructura y la misma responsable, Isabel Bonig.

En el nuevo ejecutivo permanecen las dos figuras con peso político en el partido, el vicepresidente, José Císcar, presidente provincial del PP de Alicante, y el conseller de Gobernación y Justicia, Serafín Castellano, secretario regional del PP.

La remodelación del Consell supone también profundizar en un Gobierno propio, alejado de la herencia recibida del expresident Francisco Camps hace más de 16 meses.

Luis Rosado, Jorge Cabré, Dolores Johnson y Maritina Hernández se han quedado fuera de un Gobierno en el que entraron gracias a Camps, que los nombró en distintas legislaturas.

Maritina Hernández fue nombrada consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación en 2007 y ha lidiado durante cinco años con un sector en crisis que reclama medidas de competitividad.

Dolores Johnson llegó de Canal 9, donde ocupaba el cargo de directora, a la portavocía del Consell de la mano de Camps, desde donde pasó a Cultura, Turismo y Deporte al asumir sus funciones de portavocía José Císcar.

Luis Rosado y Jorge Cabré dejan de ser consellers de Sanidad y Justicia y Bienestar Social, áreas que Fabra pretende potenciar con el nombramiento de dos nuevos titulares al frente de Sanidad y de Bienestar Social, que se independiza de Justicia con el objetivo de dar prioridad a la atención a los más desfavorecidos.

En cuanto a Hacienda y tras la dimisión de José Manuel Vela, Fabra ha elegido a otro técnico para ocuparse de las cuentas autonómicas, Juan Carlos Moragues, procedente de la Agencia Tributaria de Castellón.