Con una comparación más que contundente quiso ayer escenificar el conseller de Economía, Máximo Buch, la apuesta y el efecto de las medidas contra la corrupción que está intentando poner en marcha el jefe del Consell, Alberto Fabra, en el momento más delicado para el PP desde que llegó a la Generalitat en 1995. Una línea con la que quiso separar la gestión actual de la heredada del anterior Ejecutivo que lideraba Francisco Camps, una apuesta en la que, dijo Máximo Buch, el presidente de la Generalitat ha centrado "esfuerzos para combatir la imagen de corrupción" que ha tenido la Comunidad ya que, según sentenció, "llegó un momento en que esto parecía Sicilia".

Servida esta frase, Buch quiso suavizar el peso de sus palabras y la crítica directa que encerraban hacia el legado del expresidente autonómico Francisco Camps advirtiendo de que pese a esa fotografía negativa que se ha ofrecido de la Comunidad "no se ajusta a la realidad, no es cierta y aquí se está haciendo un esfuerzo de recuperación destacado". Todo para concluir que "existen otras regiones que están bastante peor".

El titular del área de Economía, -que abordó este asunto en la clausura de un debate empresarial organizado por el IVEX, en el que participaron los principales representantes empresariales de la Comunidad- tampoco estuvo más comedido al evaluar la imagen que la autonomía ofrece en el apartado de la captación de negocios, al advertir de que el retraso en los pagos de la administración pública "no es serio" para los inversores, más atendiendo a que alcanzan "los seiscientos días o más de demora". Sin perder de vista, las concentraciones a pie de calle secundadas por diferentes colectivos sociales y proveedores de la Generalitat afectados los impagos, el conseller reconoció que la administración es "morosa" y que el cambio de imagen "más relevante contra esta situación no se producirá "hasta que empecemos a pagar como toca".

Con la mejora de la competitividad empresarial como lema del encuentro, Buch puso sobre la mesa el compromiso de la Generalitat para contribuir a mejorar la situación actual y para ello explicó que parte de la radiografía actual se debe a que el sector público ha reaccionado "más tarde" que el privado a la crisis aunque el Consell lleva un año "haciendo los deberes" para "corregir" la situación. En este reparto de responsabilidades, el conseller también apuntó hacia los "importantes problemas financieros de la Generalitat que dan "una pésima imagen" de la autonomía junto a las instantáneas de "gente protestando", por lo que cuando se resuelvan estos conflictos y "el sector público sea puntual en el pago recuperaremos" la imagen que se busca de la Comunidad.

Dentro de los mensajes tranquilizadores que el conseller Máximo Buch ofreció ayer volvió a reiterar que la Generalitat "ha reaccionado y está haciéndolo bien" y llegó a compararla con un niño travieso "al que coge manía el profesor y aunque luego haga los deberes y se porte bien, esa manía continúa". Dicho esto, el representante autonómico emplazó a los empresarios a seguir trabajando duro y a buscar en cada país las oportunidades de financiación que la banca local les pueda ofrecer para la puesta en marcha de sus próximos proyectos.