Las consecuencias a medio plazo del recorte de las becas de comedor han empezado a aflorar en los barrios más deprimidos social y económicamente. Alumnos que ya estaban plenamente escolarizados gracias al servicio del comedor escolar, han empezado a ausentarse reiteradamente en el horario de tarde, como claro síntoma de absentismo escolar a raíz de no haber recibido la beca completa para quedarse a comer en el colegio.

Los directores de la Zona Norte de Alicante, cuyos colegios e institutos concentran el 60% de todo el absentismo de la ciudad, alertan del fenómeno observado y cuantificado en sus aulas desde el pasado mes de septiembre: "Se está produciendo un absentismo sobrevenido por la falta de becas de comedor", subraya el representante de los directores en el Consejo Escolar Municipal, a su vez director de uno de los centros de la zona, Jaime Quiñones.

Los datos que aportan los directores avalan un incremento del 10% en los índices de absentismo escolar en apenas tres meses, de septiembre a noviembre, un centenar más de niños que se resisten a volver a clase en el horario de la tarde, porque ya no se quedan a comer.

Estos niños proceden precisamente de familias que obtuvieron solo una parte de la beca de comedor, el 70% de la ayuda; pero con dos o tres hijos y el matrimonio en el paro se producen situaciones de verdadera angustia económica que impiden a estas familias abonar entre 60 y 80 euros al mes para que los hijos se queden al comedor. Como consecuencia final, esos niños no vuelven a clase por al tarde.

Este aumento del absentismo resulta muy significativo, teniendo en cuenta que durante todo un curso escolar el porcentaje de casos ascendió también en un centenar, de los 634 expedientes en el curso 2010-2011, a los 730 del curso pasado, 2011-2012.

"La concesión de becas ha perjudicado mucho a las familias más desfavorecidas a las que no han dado el 100% de la ayuda como el curso anterior. El 70% de la beca no ha resultado suficiente para ellos. Por otro lado también han recibido este porcentaje de beca otras familias de clase media-baja que hubieran podido pagar más del 30% que no cubre Educación", explica Quiñones con los datos en la mano.

Los centros de Primaria de la Zona Norte tienen ya sobre la mesa el informe que elaboraron sobre la jornada continuada hace tres años, con el propósito de poder rescatarlo en cuanto Educación de luz verde a que se vote en los consejos escolares. Estos colegios aseguran en su informe que tener a los alumnos en las aulas de forma continuada "conseguirá rebajar los elevados índices de absentismo", cosa que este curso ha decaído a consecuencia de la pérdida de becas.

En un colegio tipo de la Zona Norte se ha pasado de una media de faltas de un 12% de los alumnos durante las mañanas de septiembre, a un 26% de ausencias por las tardes. En el mes de octubre la estadística ha vuelto a confirmar el dato: de una media de 10 faltas por la mañana se ha pasado a 21 ausencias reiteradas. "Por las mañanas en noviembre han faltado 69 alumnos y por las tardes llegan al centenar", se lamenta Quiñones. "Cuando las familias no tengan que pagar el comedor remitirá el absentismo de nuevo", aventuró.

De los 730 casos notificados al término del curso pasado, en los que trabaja actualmente el equipo del Plan Municipal para la prevención del absentismo escolar, hay 419 que proceden del curso anterior sin resolver.