A diferencia de lo que viene siendo habitual en los plenos municipales, ayer en el salón azul del Ayuntamiento de Alicante no salió a relucir el caso Brugal, pero la alcaldesa y sus ediles tampoco lo tuvieron fácil para capear las preguntas que les realizaron los niños de sexto de primaria de cuatro colegios públicos y concertados de la ciudad -Lucentum, Prácticas-La Aneja, Sagrados Corazones y Nazaret- durante el VII Pleno Infantil de Unicef. Los niños pusieron en un brete a los políticos hasta el punto de llevar a Sonia Castedo a reconocer que su subida de impuestos y tasas es "de lo más injusto". Fue Ousama quien planteó la cuestión: "Si hay crisis, ¿por qué suben los precios y no los bajan?". La lógica aplastante del niño desconcertó a la alcaldesa. "Qué pregunta más buena", dijo Castedo antes de tomar aire para responderle que la crisis es "una pescadilla que se muerde la cola". A modo de ejemplo, la alcaldesa se refirió a la subida de impuestos y tasas municipales asegurando que es la vía para paliar la caída de ingresos por la disminución de las aportaciones del Gobierno y el Consell. "Ingresamos menos, pero los gastos son los mismos" explicó la alcaldesa, quien admitió que "es lo más injusto" pero advirtió de que "de lo contrario tendríamos que dejar de recoger la basura, de subvencionar el transporte público o de pagar la luz".

Para Castedo las opiniones de los niños "son las más sinceras que se producen en este salón de plenos" y así lo pudieron comprobar los concejales que participaron con las preguntas y reflexiones que plantearon los alumnos. El concejal de Educación, Antonio Ardid, tuvo que responder a por qué en los colegios concertados hay menos niños inmigrantes que en los públicos o por qué si la educación es universal en algunos centros se paga y en otros no. El edil argumentó que los procesos de admisión son similares en todos los centros y que la elección depende de los padres. Los niños también hablaron de sanidad, de que "a veces tardan mucho" en darles cita y de su "derecho a tener un profesor y a que nos visiten los payasos si estamos hospitalizados". El vicealcalde, Andrés Llorens, tampoco lo tuvo fácil para justificar las medidas que se adoptan ante la situación de algunos barrios "que están llenos de ratas y cucarachas", según le preguntó una alumna. El edil habló del gasto en limpieza y reconoció que "a lo mejor el resultado no es el que deseamos" porque, según dijo, "todos debemos concienciarnos".

La atención a la discapacidad y las barreras arquitectónicas son uno de los problemas que más preocupa a los niños. Entre la batería de preguntas, uno de los alumnos le preguntó a la alcaldesa si consideraba que en la ciudad hay suficientes centros para personas con discapacidad. Castedo dijo que en su opinión no los había, pero los niños no se conformaron con la respuesta: "¿Por qué no los hay?". La alcaldesa no tuvo escapatoria y reconoció que "no han invertido en ello". Castedo dijo que "ojalá se hubieran construido".

Los niños aprovecharon el turno libre de preguntas que les brindó la alcaldesa para mostrar su inquietud en el asunto de los desahucios y aclarar algunas de sus dudas, como "¿por qué la crisis es tan complicada?". La respuesta no era sencilla: "No lo sé. No sé por qué hemos pasado a una situación tan desastrosa y no he encontrado a nadie que me lo pueda explicar", dijo Castedo.

En el cierre de la sesión, durante la que también intervino la presidenta de Unicef en la Comunidad, Bienvenida Guerrero y las ediles Sonia Alegría y Asunción Sánchez Zaplana, Castedo se refirió a la iniciativa de una ONG. "A mí me van a apadrinar dos niños del tercer mundo" porque, según explicó, están buscando a gente que en algún momento hubiera "perdido la sonrisa" por sus problemas y que ella cumple "con los requisitos". La primera edil, indicó que el significado de la iniciativa no es otro que "hacernos ver que, a veces, nos perdemos en cosas que no son tan importantes y que hay que sonreír todos los días".