Las tres jornadas de declaración de la alcaldesa de Alicante han tenido momentos anecdóticos, preguntas curiosas y respuestas con sorpresa por parte de la primera edil. Pequeños detalles que, en principio, no aportan nada de relevancia judicial a la causa pero que vienen a recordar que todos los allí presentes, ante todo, son humanos.

El "estese quietecita". Bastante gracia le hizo a Sonia Castedo una pregunta del fiscal Felipe Briones formulada tras escuchar una conversación en la que Enrique Ortiz le dice a su interlocutor que le dé "a éste lo otro". Briones le preguntó que aclarara quién era "éste" y qué era "lo otro", lo que provocó que la alcaldesa no controlara su risa. El fiscal, visiblemente molesto, le dijo a la regidora que "no se riera del trabajo de esta Fiscalía", ante lo que el magistrado Juan Climent no le quedó más remedio que intervenir para poner orden y dirigiéndose al fiscal y a la alcaldesa les espetó: "deje manifestarse a la imputada y usted, estese quietecita". Curiosamente, se trata del mismo juez que pidió a Francisco Camps que se estuviera quieto y que dejara de hacer aspavientos dentro de la sala durante su juicio por los trajes de Gürtel.

Castedo recuerda a Roque Moreno. No se cortó ni un pelo la alcaldesa de Alicante a la hora de recordar que no fue la única en el Ayuntamiento de Alicante en buscar trabajo en empresas de Ortiz para sus conocidos. Recordó que el que fuera portavoz del grupo socialista en Alicante, Roque Moreno, también lo hizo y así lo reconoció él mismo. Lo que se olvidó de apuntar la alcaldesa es que Moreno acabó dimitiendo, precisamente, por esos hechos.

Solo amigos. Briones abrió el interrogatorio el pasado viernes preguntándole a la regidora qué tipo de relación mantenía con Ortiz. "De amistad", contestó ella sin añadir nada más y sin precisar que, además de las cuestiones personales, lo institucional tenía su peso entre una alcaldesa y el principal contratista de la ciudad. Ayer, por fin y a preguntas del abogado del empresario, lo precisó.

El segundo fiscal Anticorrupción, mudo. El fiscal de apoyo de la Fiscalía Anticorrupción de Alicante, Pablo Romero, no pudo ejercer durante todo el interrogatorio pese la duración del mismo. A escuchar tuvo que limitarse este acusador tras negarse las defensas, y aceptarlo el juez, a que un segundo fiscal pudiese intervenir ante la indisposición de Briones.