¿Que por qué se pega la tortilla a la sartén? Pues porque la sartén se moja, en cambio las sartenes antiadherentes son superficies "no mojables" y por eso no se pega el huevo. Y, por no cambiar de plato, ¿saben que se pueden hacer tortillas sin usar fuego mezclando los huevos con un ácido suficientemente fuerte? De todas estas cosas se habló ayer en la Universidad de Alicante, concretamente en la Politécnica que acoge hasta hoy el II Congreso de Estudiantes de Ingeniería Química y cuya apertura corrió a cargo del catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Barcelona Claudi Mans Teixidó. El científico se apoyó en ejemplos gastronómicos para enseñar ciencia, que es de lo que se trataba.

Ante casi un centenar de estudiantes inscritos en el congreso, Mans Teixidó puso una serie de ejemplos de los procesos químicos en la cocina tanto cotidiana como de restaurantes reconocidos como El Bulli. De hecho, el científico es autor de varios libros, el último de los cuales, "Sferificaciones y macarrones. La ciencia en la cocina tradicional y moderna" ha sido prologado por Ferrán Adrià.

Así, Claudi Mans aludió a las sferificaciones, aires, mousses, emulsiones, geles, y otros tipos de técnicas culinarias para evidenciar la importancia que tiene la ciencia en la cocina, y no sólo en la nueva cocina, sino también en la casera. Así, por ejemplo, ¿saben que se pueden hacer croquetas líquidas? No hay más que calentar gelatina con caldo de pollo, queso u otro producto, luego enfriarla para que se solidifique, posteriormente rebozar trozos de gelatina con huevo y con pan rallado y freír de forma que, al calentarse, la gelatina se funde y se convierte en líquido dentro del rebozado. "Para hacer esto no hace falta saber química", señaló ayer el catedrático, "pero, si sabes química, entiendes lo que pasa y puedes buscar resultados". Así, gracias a la ciencia se entiende qué le pasa a la sémola de trigo cuando se cuece, o por qué la pasta se hidrata... hasta llegar al punto en que algo sencillo como unos macarrones se pueden llevar a la mesa con diferentes texturas. De hecho, en algunos restaurantes se cuenta con la colaboración de químicos que realizan pruebas para ver en qué condiciones se pueden mezclar o tratar los alimentos y qué técnicas pueden cristalizar luego en platos.

Otro tema abordado ayer por Claudi Mans en su conferencia es el de la proliferación de nuevos aparatos en los restaurantes, que en muchos casos casi parecen más laboratorios que cocinas. Así, el científico habló del uso de destiladores, liofilizadores, baños termostáticos y otros utensilios poco conocidos por el gran público como las ollas "a depresión" que, "sirven para hervir cosas a menos de 100 grados". A los profanos que en el colegio aprendimos que el agua hierve cuando alcanza los 100 grados centígrados, esto nos resulta increíble pero, una vez más, los ingenieros químicos saben el porqué. "Se puede hervir a menos temperatura siempre que haya una presión menor a la atmosférica, y entonces el resultado de los alimentos es totalmente distinto, por ejemplo salen carnes o pescados muy sutiles con colores muy suaves, igual que se cocina el bacalo confitado con un aceite a 50 grados", tal como señaló Claudi Mans ayer.

Gastronomía aparte, en el congreso que se clausurará hoy también se trató ayer el uso de los plásticos y sus ventajas frente a otras alternativas que, a priori se, consideran más ecológicas. Hoy se abordará la cuestión de los estudios de Ingeniería Química como puerta de acceso a la actividad profesional. Además, estudiantes y becarios aprovecharon para presentar sus proyectos a compañeros y profesores a través de comunicaciones orales y paneles.

La directora del instituto Universitario de Ingeniería de Procesos Químicos, Amparo Gómez, indicó ayer que con este congreso se pretende estimular el interés de los estudiantes de Ingeniería Química por la investigación, su contribución a la calidad de vida y al desarrollo sostenible de la sociedad y fomentar la realización de trabajos complementarios a los programas oficiales.