Los vecinos de varios barrios de la ciudad han presentado ante el Ayuntamiento de Alicante más de 9.500 firmas en contra de la nueva ordenanza de la zona azul, que contempla la posibilidad de cuadruplicar el estacionamiento de pago y que se elevará hoy al pleno para su aprobación definitiva. Los vecinos han pedido la palabra para intervenir en el pleno municipal y exigir a la alcaldesa, Sonia Castedo, "que no apruebe ni aplique" la nueva normativa. "Dijeron que si los vecinos no querían, no se implantaría y las 9.583 firmas que hemos presentado son la evidencia de que los vecinos no quieren la ordenanza", señaló Shaila Villar, portavoz de las asociaciones vecinales que han presentado las firmas.

Para los vecinos resulta insuficiente la modificación del texto de la ordenanza en la que se añade que la ampliación de la zona azul la podrá realizar el Ayuntamiento de oficio o a petición de los interesados, previa consulta a vecinos y comerciantes. Los vecinos, así como Esquerra Unida, sostienen que no se garantiza el consenso. Las siete asociaciones que han gestionado la recogida de firmas en contra de la ordenanza (El Pla, Alipark, Movimiento por Benalúa, Benalúa 10, El Templete, El Magro de San Blas y Franciscanos -Oliveretes) sostienen que en la elaboración de la ordenanza hay "una falta de participación ciudadana" y aseveran que, de aprobarse hoy en el pleno, seguirán con movilizaciones y protestas para tratar de frenar su implantación. "No nos vamos a rendir, no queremos ni se apruebe ni se aplique", sostiene Villar. Para los vecinos, la nueva ordenanza "no amplía el espacio de aparcamiento, sino que privatiza la calle con un afán recaudatorio en beneficio de la contrata", afirma.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Alicante, a petición del Síndic de Greuges, José Cholbi, ha aceptado anular una multa impuesta a una ciudadana por estacionar sin recibo en la zona azul. Según fuentes del Síndic, la afectada relató que el Ayuntamiento la había sancionado por aparcar su vehículo en zona azul sin obtener, previamente, el recibo que habilita para ello. No obstante, la mujer aportó una copia del tique en el que se le autorizaba a aparcar durante el intervalo de tiempo en el que se le puso la multa. Aunque desde el consistorio alegaron que disponían de fotos en las que se demostraba la inexistencia del mismo, Cholbi argumentó que la mujer demostró haber sacado el recibo y que la ordenanza contempla dos tipos de sanciones, una por estacionar sin haber sacado el tique, que fue la que se le imputó, y otra por no colocarlo de forma visible, que sería la infracción cometida por la afectada. Finalmente, el edil de Tráfico, Juan Seva accedió a anular la multa.