­Y al final llegó el lobo. La decisión de Ryanair de desmantelar parte de su base en el aeropuerto provincial, anunciada el pasado otoño y despreciada entonces por Aena, ha tenido como consecuencia directa el que el 97% de los pasajeros perdidos por El Altet desde enero habían volado con la aerolínea irlandesa durante los seis primeros meses de 2011. Es decir, la desprogramación del ínclito Michael O´Leary, presidente de Ryanair, es la causa principal de la sangría de tráfico que sufre el quinto aeropuerto español, tal como ha admitido ahora Aena en el comité de rutas que ha comenzado a trabajar para tratar de invertir la situación.

Entre enero y junio, El Altet perdió 547.864 pasajeros, de los que 530.619 coinciden con los viajeros que dejó de transportar Ryanair que, sin embargo, y pese a todo, sigue siendo el principal cliente de Aena en Alicante al absorber el 27% del tráfico total, trece puntos menos que en 2011.

Aena confirma los datos, pero insiste en que la marcha de Ryanair se produjo por causas ajenas al conflicto del embarque por las pasarelas telescópicas –argumento teóricamente reforzado tras la decisión de O´Leary de abandonar Canarias, donde sí se le permite embarcar a pie– pero lo cierto es que en la última reunión de trabajo celebrada en el seno del comité se acordó realizar un estudio para ver la viabilidad de retirar cinco de las polémicas pasarelas telescópicas cuyo uso cuesta un millón de euros a O´Leary.

Una decisión complicada, pero que dejaría un espacio pegado a la terminal para que los aviones de la aerolínea pudieran embarcar y desembarcar a pie a sus pasajeros. Algo que no se puede realizar si los brazos mecánicos articulados que dan acceso directo a la terminal están instalados. El estudio se encuentra encima de la mesa y sobre él se trabaja para tratar de reconducir una situación que ha provocado, junto a la crisis, que El Altet sea el aeropuerto turístico español con peores porcentajes de tráfico. A la pérdida de pasajeros se une el hecho de que ha habido, de momento, tres mil operaciones menos, lo que afecta directamente a la facturación en un momento en el que Aena está pagando, de sus cuentas, los 700 millones de euros que costó la ampliación del aeropuerto.

División de opiniones

La desprogramación de Ryanair en El Altet también ha provocado, no obstante, división de opiniones entre los empresarios turísticos de la Costa Blanca. La patronal Hosbec, Cámara de Comercio e, incluso, Coepa –organizaciones que forman parte del comité de rutas– se muestran abiertas a negociar con la compañía dándole todas las facilidades para que recupere los vuelos a los que se ha comprometido O´Leary.

Sin embargo, otro sector del tejido empresarial turístico, encabezado por el presidente de Servigroup –la cadena con más plazas y hoteles en la provincia– no lo tiene tan claro. Para su propietario, el industrial José María Caballé, la prueba del algodón han sido los últimos movimientos de Ryanair en Canarias. «Aquí el problema no son las pasarelas, sino que los tickets del vuelo los tenemos que pagar todos con nuestros impuestos. La reducción obedece a falta de demanda. A pesar del volumen de Ryanair, yo creo que esa política tan agresiva, y tan bajo nivel de servicio en el transporte aéreo tiene poco futuro», subrayó el hotelero benidormí.

Ocho empresas aspiran a gestionar las tiendas «duty free»

Ocho empresas se han presentado al concurso público para la gestión hasta 2020 de las tiendas libres de impuestos (duty free) de la terminal de El Altet, que finalmente forma parte de un lote en el que también figuran los aeropuertos de Barcelona, Valencia, Girona, Reus, Palma, Menorca, San Javier e Ibiza. Junto a la mercantil Áreas, que ya explota una parte del centro comercial actual, figuran las empresas Sigma, Canariensis, World, Duty Free Group España, Dufry Islas Canarias, Dufry Hispanosuiza, Gebr. Heineman y Duty Free Américas. El contrato actual para la explotación de la actividad en las tiendas libres de impuestos, mayoritariamente en manos de la empresa Aldeasa –pública hasta mediados de los 90–, finaliza el 31 de diciembre, por lo que Aena quiere tener formalizado el nuevo contrato hasta 2020 para enero de 2013.

Una oportunidad para entrar en un negocio que se ha demostrado extraordinariamente rentable en los últimos 35 años. El objetivo de Aena es maximizar el valor de los ingresos de la red de 26 aeropuertos hasta alcanzar una ventas de 700 millones de euros. En 2011 estas tiendas facturaron 535 millones, posibilitando para Aena unos ingresos de 161 millones de euros.

El 28% de la facturación se obtiene en la venta de tabaco y de bebidas alcohólicas; un 35% en perfumería y cosmética, y el resto se reparte en alimentación, regalos y moda, según Aena. El gestor ha aprobado, en este sentido, incrementar un 20% la superficie comercial de El Altet (tiendas y bares) dentro de un plan puesto en marcha en los siete aeropuertos con más trafico del país para hacer caja y paliar la pérdida de pasajeros.