El Papa Benedicto XVI ha nombrado al hasta ahora obispo de Mallorca, monseñor Jesús Murgui Soriano, nuevo obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, tras aceptar la renuncia al gobierno pastoral de esta diócesis presentada por monseñor Rafael Palmero Ramos, según ha informado la Nunciatura Apostólica en España a la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Jesús Murgui Soriano nació en Valencia en 1946, estudió en el Seminario Metropolitano de Moncada (Valencia) y es licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctorado en esta misma materia por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote el 21 de septiembre de 1969.

Su ministerio sacerdotal lo desarrolló en la diócesis de Valencia. Fue párroco de Nuestra Señora del Olivar en esta misma localidad, entre otras; consiliario diocesano del 'Movimiento Junior' de Acción Católica y de jóvenes de Acción Católica; y en 1993, fue nombrado vicario episcopal de la vicaría 'Lliria-Vía de Madrid', cargo que desempeñó hasta su nombramiento como obispo auxiliar de Valencia, el 25 de marzo de 1996, recibiendo la ordenación episcopal el 11 de mayo de ese mismo año.

El 27 de diciembre de 2003 fue nombrado obispo de Mallorca, sede de la que tomó posesión el 21 de febrero de 2004. Además, entre diciembre de 1999 y abril de 2001, fue administrador apostólico de Menorca. En la CEE ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral (1996-1999) y de la del Clero (1999-2005). Desde el año 2005 es miembro de la Comisión Episcopal de Liturgia.

Monseñor Murgui Soriano sustituirá en el cargo a Rafael Palmero Ramos, que ha sido obispo de Orihuela-Alicante desde 2006. Monseñor Palmero Ramos nació en Morales del Rey (Zamora) --diócesis de Astorga-- el 27 de julio de 1936. Fue ordenado sacerdote el 13 de septiembre de 1959 en Astorga.

En el año 1968 se trasladó a Barcelona como secretario particular del entonces arzobispo coadjutor de Barcelona, cargo que desempeñó hasta el año 1972. También hasta este año, y desde 1969, fue el presidente del Patronato Diocesano de la 'Obra Benéfica Asistencial del Niño Dios', en la Ciudad Condal.

El 1972 se trasladó a Toledo donde fue vicario general y profesor del Seminario Mayor y arcediano de la Catedral. En 1987 fue nombrado obispo auxiliar de Toledo y recibió la ordenación episcopal el 24 de enero de 1988. En 1996 fue trasladado a la sede episcopal de Palencia hasta que el 26 de noviembre de 2005 fue nombrado obispo de Orihuela-Alicante, sede de la que tomó posesión en enero de 2006.

En la Conferencia Episcopal ha sido miembro de las Comisiones Episcopales de Pastoral Social (1987-1990); de Enseñanza y Catequesis (1990-1993); de Doctrina de la Fe (1993-1999); y de Relaciones Interconfesionales (1990-1999). Desde 1999 es miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral, donde es responsable del Departamento de Pastoral de la Salud, y también es miembro del Consejo de Economía. Además, desde el 5 de enero de 2011 es consultor del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud.

La noticia en Mallorca

El Obispado convocó esta mañana al clero diocesano y miembros de la curia a las 12.00 horas en el Palacio Episcopal para anunciarles que Jesús Murgui deja la diócesis de Mallorca.

El obispo ha sido destinado a la diócesis de Orihuela-Alicante, donde sustituirá a Rafael Palmero, que se jubila.

Desde el momento de su nombramiento tiene dos meses para incorporarse y dejar un sustituto en la isla. Vicente Juan Segura, actual obispo de Eivissa, podría convertirse en administrador apostólico, o traducido a otro lenguaje, en obispo interino.

Inicialmente estaba previsto que el anuncio se efectuara mañana a mediodía desde la Nunciatura del Vaticano en España, pero el hecho de que Diario de Mallorca haya anunciado esta probabilidad, habría precipitado los acontecimientos.

Jesús Murgui fue nombrado obispo de Mallorca en dicembre de 2003 y tomó posesión en febrero del año siguiente. Sustituía al fallecido Teodor Úbeda, que había ocupado la sede episcopal durante 30 años.

El mandato de Jesús Murgui ha pasado sin pena ni gloria. Sus partidarios alaban su discreción. Sus detractores le tildan de apocado y alejado de los problemas de la diócesis.