Más de quince años en la docencia, ahora en el IES Azorín de Elda, aventura el cierre de colegios.
¿Qué opina de su cese?
Es un ataque a todos los trabajadores de la enseñanza pero el perjuicio que va a causar repercutirá en todos los ámbitos. En septiembre las familias sufrirán el aumento de alumnos por aula y la pérdida de la calidad educativa.
¿Qué futuro le espera?
Probablemente no vamos a volver porque otros compañeros funcionarios se ven desplazados y eso es indicador de que no nos van a contratar.
¿Trabajaría donde fuera?
Como hasta ahora. El interino está cualificado para adaptarse a situaciones especiales y siempre dispuesto a moverse. Hemos hecho la vida en función de la expectativa de destino y ahora es muy probable que cierren centros.