Su local es todo un referente de la igualdad se sexos desde los años 70 en la ciudad. "Toni Forat", como es conocido, vive en Ibiza, pero ha regresado a Alicante para celebrar el reconocimiento que ayer le ofrecieron en su local del Casco Antiguo dentro de los actos incluidos en los actos del Festival Alicante Orgullo de la Costa Blanca, que se celebrará el 21 y 22 de julio.

El colectivo gay de Alicante le considera un referente de la igualdad de sexos por haber abierto el primer local de ambiente en la ciudad. ¿Cómo acoge el reconocimiento?

Para mí es un piropo. Nunca he querido ser protagonista y siempre me ha gustado ser invisible, pero me gusta que los reconocimientos lleguen en vida.

En Alicante, no hay quien no conozca "El Forat" y son muchos quienes han pasado por allí, independientemente de su tendencia sexual. ¿Desde cuando está abierto?

Desde agosto de 1974, aunque ha pasado por varias ubicaciones. Después de tantos años, sigue abierto porque lo llevan mis hermanas. Siempre ha sido un establecimiento abierto a todo el mundo, porque no me gustan los guetos. Eso estaría en contra de la normalización, por lo que sigue estando orientado a todo el público, sin exclusión.

¿Cómo ve el avance de los derechos de los homosexuales en los últimos años?

Creo que vamos para atrás. Hasta que no se retire el recurso de inconstitucionalidad presentado en contra de la ley que permite los matrimonios homosexuales, yo no gritaré libertad. Hay que dar carta blanca a la gente.

El recurso lo ha planteado el Gobierno del PP, el mismo partido que gobierna en la ciudad. Sin embargo, la alcaldesa ha evidenciado su respaldo al colectivo en más de una ocasión, ¿le sorprende?

En absoluto. Ella, igual que otros muchos, son auténticos y no comulgan con la doctrina de su partido en esa línea. Recuerdo que siendo concejala inauguró una tienda de antigüedades que abrí. Es algo que va con las personas, no con los partidos. Yo no soy de ninguno y, si lo fuera, sería republicano.

¿Su tendencia sexual le ha traído problemas?

La represión ha sido muy grande y todo el sistema me ha hecho daño. Aún recuerdo cómo me detuvieron por llevar pendiente. Hace mucho tiempo. Soy de las pocas personas que todavía quedan y que han tenido que correr con tacones delante de los grises. En esta vida he pagado el doble o el triple de peaje por ser como soy.

¿Cree que aún hoy perviven los estigmas sobre la homosexualidad?

El estigma es que seguimos horrorizando a ciertas personas que son idénticas a nosotros. Ni un sistema ni un estado te da la libertad, te la das tu mismo y tenemos que estar unidos para conseguir nuestros derechos.

¿Cree que en pleno siglo XXI sigue habiendo miedo a salir del armario?

Hay mucha gente casada y con hijos mayores que sigue sin hacerlo porque tiene pánico al qué dirán. En el caso de la gente joven es diferente, creo que ya no tienen miedo porque son más inteligentes. Me recuerdan a la juventud de los años 70.

¿Por qué se fue de Alicante?

Me diagnosticaron un cáncer hace tres años. Necesitaba alejarme de la noche y de las amistades superficiales y me fui a Ibiza. Aquí vivo en una casa en el campo y me dedico a crear y a vender mis objetos de arte en los mercados.

Si su local es conocido, no lo es menos su cóctel de Agua de Alicante, ¿revelaría la receta?

Eso es secreto profesional. Es un invento que hice para una fiesta y fue una bomba. Aún hoy se sigue haciendo.