Las farmacias valencianas han secundado de forma "masiva" la primera jornada de cierre convocada para exigir la regulación de los pagos con la Generalitat, y han pedido la intervención del Estado o su inclusión en el Plan de Proveedores del Consell para cobrar una deuda que podría llevar al cierre a 400 oficinas de farmacia.

La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, María Teresa Guardiola, ha asegurado en rueda de prensa que el cierre de protesta, que también se producirá mañana, ha sido seguido por el 98,3 por ciento de las farmacias de la provincia y "sólo han abierto 8 de las 1.200" oficinas.

La Generalitat abonó ayer a las farmacias 120 millones correspondientes al mes de enero, pero aún les adeuda 480 millones, una cantidad que, según Guardiola, ha sido adelantada por las propias farmacias, que han tenido que pedir pólizas "arriesgando incluso su propio patrimonio".

Guardiola ha advertido de que algunas farmacias ya están teniendo problemas de desabastecimiento de fármacos, que podría agravarse durante los meses de julio y agosto con la llegada masiva a la Comunitat Valenciana de turistas nacionales y extranjeros "que se van a llevar la imagen de que no tenemos medicamentos".

"Las farmacias están sustituyendo a la administración y financiando los medicamentos de todos los valencianos", ha asegurado María Teresa Guardiola, quien por ello ha pedido "sentarse a negociar un calendario real y efectivo que solucione los problemas de las oficinas de farmacia".