¿Cree que las medidas que está tomando el Ejecutivo de Mariano Rajoy van en la buena dirección?

Se reconoce el esfuerzo de España, la valentía o el coraje de haber puesto en marcha determinadas reformas, de haber hecho un esfuerzo grande de consolidación presupuestaria, de hacer esfuerzos indudables por parte de la sociedad española para contribuir al saneamiento del sistema financiero. Y, a la vez, lo que se le pide a España no es que levante el pie del acelerador, que siga en esa dirección. Porque son esfuerzos muy intensos, esfuerzos que exigen sacrificios, que cuestan. Pero también que no ofrecen resultados inmediatamente sino que hay que mantenerlos en un periodo de tiempo.

Hay países como España, Grecia, Portugal o Irlanda con unas presiones muy altas que, evidentemente, encarecen su financiación. Y por el contrario hay países que han llegado a tener rentabilidad negativa como Alemania. ¿Cómo se confluye hacia un riesgo país más uniforme?

Si usted le hace esa pregunta a un alemán, el alemán tiene una respuesta muy fácil. Pues que hagan los demás países lo que hizo Alemania, que hizo esfuerzos muy importantes, reformas, mejoró su competitividad, redujo sus desequilibrios, cuidó de que sus cuentas públicas tendiesen al equilibrioÉ Y, gracias a ello, como le diría un alemán, Alemania está en condiciones de ir a los mercados a pedir prestado en unas condiciones fantásticas. Desde ese punto de vista todos debemos mirar con mucho cuidado e interés las razones del éxito alemán. También es verdad que en una Unión Monetaria no se pueden mantener de manera permanente los desequilibrios que hay ahora. Todos tenemos que trabajar de una manera ordenada y solidaria, y para ser solidaria, para pedir solidaridad, todos tienen que están decididos a hacer esfuerzos. No se puede pedir solidaridad a cambio de abandonar el esfuerzo.