La Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y "Toma la plaza" escenificaron ayer el desahucio simbólico de cuatro entidades bancarias alicantinas, notificado a sus directores por una comitiva ficticia de secretarios judiciales "para que sientan lo que miles de personas cuando les quitan sus casas", explicaron.

En el exterior de cada una de las entidades, Javier Martínez, uno de los activistas, se colocó una toga para presidir un juicio popular a la banca, hallada culpable de incumplir la Constitución por dejar en la calle a más de 13.000 familias en la Comunidad Valenciana. Al llegar a una oficina de Bankia profirieron gritos contra Rato, y en el Santander contra Botín. La sucursal del BBVA de la avenida de la Estación cerró durante la protesta.