¿Qué ha fallado? Es la pregunta que comerciantes y clientes de Panoramis llevan tiempo haciéndose para encontrar explicación que justifique por qué el centro de ocio, pese a su ubicación privilegiada, ha terminado por encallar. Abrió hace una década y, aunque hace varios años que comenzó a zozobrar, el cierre de los multicines a finales de febrero ha abocado a la sociedad Marina de Poniente (participada mayoritariamente por Ganadería Especial, Auplasa, Cívica -de Enrique Ortiz- y Marina de Poniente) a solicitar el concurso de acreedores. Los escasos comerciantes que ayer alzaron su persiana desconocían la noticia, aunque lejos de sorprenderse coincidieron en que "se veía venir".

Para comprobarlo, invitan a echar un vistazo a las instalaciones donde ayer, a las once de la mañana, apenas había tres negocios abiertos. Otros, explicaron, abren más tarde, pero la mayoría de los locales están cerrados y otros a punto de hacerlo. El panorama es desolador y en ello coinciden los pocos ciudadanos y turistas que, aprovechando su paseo por el Puerto, se dejaron caer por allí. Los hosteleros y comerciantes muestran su incertidumbre ante el futuro del centro comercial tras presentar el concurso de acreedores, pero muestran cierto alivio al conocer la intención de la sociedad de contratar a una firma especializada para tratar de relanzar el centro. "La situación estaba mal, pero tras el cierre de los cines ha ido a peor y si no hacen nada iremos cerrando todos en cascada", comenta la empleada de un establecimiento hostelero. La cuestión ahora es cómo relanzarlo. "Lo primero que deberían hacer es bajar los alquileres para facilitar que todos los locales estén abiertos porque si la gente los ve cerrados no vuelve", considera esta empleada, quien apunta que "también ayudaría la implantación de algún supermercado que atrajera a gente y que el parking, como ocurre en otros centros comerciales de la ciudad fuera gratuito".

La dependienta de otro comercio coincide en que "la gente va al centro comercial que le ofrece más servicios" y explica que "en los últimos cinco años la crisis ha hecho mella, pero el cierre de los cines ha sido devastador, sobre todo, para los locales de hostelería". En su opinión, pese a "ser de los mejores de España", el centro comercial adolece de atractivo por que la mayoría de los comercios han tenido que echar la persiana. "Si no hay nada, quién va a venir", se pregunta.

De hecho, son pocos los clientes y turistas que se dejan caer por allí y, quienes lo hacen, se muestran sorprendidos al ver el centro vacío y con la mayoría de comercios cerrados. "Estoy muy sorprendida", apuntó Marian Zaldívar, una ciudadana de Logroño que visitó el centro comercial en la mañana de ayer. "No puedo entender que se encuentre en esta situación. Tiene unas vistas preciosas, puedes aprovechar para dar un paseo y hay atracciones para los niños. Es una pena", aseveró. Para ella, "si quieren relanzar el centro deben propiciar que estén abiertos todos los comercios, aunque para ello deban dar facilidades o rebajar los alquileres".

Adrián Muñoz y Josefa Llor suelen aprovechar la cercanía del centro comercial con la ciudad para ir allí a dar un paseo y disfrutar de las vistas. Coinciden en que "es una pena que esté casi todo cerrado". Para este matrimonio, la situación "es consecuencia de la caída del consumo y hay que fomentarlo".

Por su parte, el delegado de UPyD en el Ayuntamiento de Alicante, Fernando Llopis, volvió a proponer que Panoramis pueda albergar un centro de congresos aprovechando las instalaciones de las salas multicine y teniendo en cuenta su ubicación "junto a la estación de autobuses, al lado del mar y rodeado de hoteles".