A la Generalitat le comen las deudas... y los intereses. La liquidación de las cuentas del Consell al cierre de 2011 -facilitadas por el Ministerio de Hacienda- revelan que el lastre que generan los números rojos autonómicos alcanzó los 632 millones de euros, un 31% más que en 2010. Es decir, cada día, el Consell desembolsa casi dos millones de euros -alrededor de 1,8, unos trescientos millones de las antiguas pesetas- para poder saldar las obligaciones que tienen su origen en el enorme volumen de deuda bancaria -unos 23.000 millones, según el Banco de España- que arrastra la Generalitat. Un escenario económico y financiero crítico que obligará, de acuerdo a los datos que ofreció ayer el Gobierno de España, a nuevos recortes por valor de, al menos, otros 1.400 millones.

El Ejecutivo que lidera Alberto Fabra, tal y como ya publicó este periódico, concluyó 2011 con un déficit del 3,68%, en el pelotón de cabeza de las autonomías y tres veces por encima del límite permitido. Hubo, precisamente, una importante desviación en la partida dedicada a pagar los intereses de la deuda. El presupuesto era de 512 millones cuando, en realidad, el Consell abonó intereses por importe de 632 millones, con un desfase del 23% sobre la cantidad inicialmentre prevista, conforme figura en los datos de Hacienda. No se trata de una cantidad menor. Supone casi un 5% del presupuesto de la Generalitat para 2012 y supera los fondos asignados a un total de siete consellerias. Los departamentos de Presidencia, Gobernación, Infraestructuras, Agricultura, Turismo y Cultura, Hacienda y Economía e Industria tienen menos presupuesto para gastar durante este año que el dinero destinado por la Generalitat para pagar intereses en 2011. Sólo Sanidad, Educación y Justicia y Bienestar Social tienen presupuestos por encima de esa cifra.

La liquidación de 2011 ofrece otros datos relevantes como el desfase del gasto corriente, un 12% por encima de lo consignado; o que de las inversiones que en realidad se ejecutaron -unos 768,1 millones de euros- únicamente se pagaron 390 millones . Es decir, que tan sólo se abonaron la mitad. La liquidación viene a confirmar que el déficit se disparó muy por encima de las previsiones, lo que obligará a nuevos recortes en el presupuesto de la Generalitat. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, apuntó ayer que, a lo largo de 2012, las autonomías tendrán que meter la tijera por importe de unos 14.000 millones, cantidad de la que cerca de 1.400 corresponderían al ajuste que tendría que aplicar la Comunidad y que se sumaría a los casi 1.100 millones que ya recortó la Generalitat a primeros de año.

A pesar de esta situación, durante el pleno del Consell, celebrado ayer en Castellón, el vicepresidente José Císcar sacó pecho y convirtió una actividad normal de la gestión política -hacer frente a las facturas del día a día- en noticia. "En los dos primeros meses del año hemos pagado un total de 2.200 millones para hacer frente a pagos en diferentes conceptos y partidas, tanto a proveedores como a distintos colectivos", dijo Císcar. El número dos de Fabra detalló detallado el informe de pagos elaborado por Hacienda y destacó que, durante enero y febrero, la Generalitat ha atendido obligaciones con una media diaria de "36,6 millones de euros".

"La sociedad valenciana -explicó- debe ser consciente del esfuerzo diario que está realizando esta administración por mantener el complejo engranaje del sistema de bienestar en conceptos como sanidad, educación o justicia". Císcar incidió en la "magnitud económica" de las cantidades abonadas, "que suponen el doble del presupuesto anual de la Rioja, la construcción de seis nuevos hospitales como La Fe de Valencia o la puesta en marcha de 485 nuevos centros educativos, más de lo que ha construido la Generalitat entre los años 2003 y 2011".