Sin término medio. En las filas del PP, la decisión de Francisco Camps de romper su silencio con una entrevista en la que abre la puerta a su regreso a la primera línea política e, incluso, asegura estar preparado para volver a presidir la Generalitat generó desde el temor a que se reabran las hostilidades de cara al congreso regional del PP hasta una cierta hilaridad por el tono de alguna de las respuestas. En Génova no agradó ni un ápice. Cargos de la cúpula nacional del PP, incluso, ven como trasfondo una maniobra de Francisco Camps para tratar de obligar a Mariano Rajoy a ofrecerle una salida política digna después de la sentencia absolutoria del caso de los trajes de Gürtel. Camps evitó ayer dejarse ver en público y se borró, una vez más, del pleno de las Cortes, hemiciclo en el que aún conserva su escaño.

Dirigentes del PP de la Comunidad, sin embargo, constataron que, en su opinión, las declaraciones del expresidente de la Generalitat tienen poca capacidad de presión sobre un Mariano Rajoy, erigido ahora como gran líder popular y restaron importancia a la publicación. En cualquier caso, entre otros cargos populares consultados, la intervención de Camps en "Telva" desató todo tipo de especulaciones sobre el futuro, máxime después de los movimientos del campismo en el último congreso nacional del PP. Cargos de los populares valencianos consultados temen que la reaparición del antiguo mandatario del Consell espolee a sus partidarios de cara al cónclave regional que los populares celebrarán en Alicante e, incluso, que se acaben alimentando las opciones de que Camps, al estilo de Cascos, pudiera alimentar una candidatura alternativa al PP en las elecciones de 2015.