El ministro José Manuel García-Margallo evidenció ayer, de forma clara, la opinión que tiene el Gobierno sobre la labor de la Generalitat, al mando del PP durante los últimos 17 años. En pleno debate sobre el recorte que deberán aplicar las autonomías para ajustarse a los criterios marcados por Bruselas, García-Margallo, el único miembro del Gobierno vinculado a la Comunidad -tiene casa de vacaciones en Xàbia-, cuestionó inversiones como el aeropuerto de Castellón -una infraestructura pagada por el Consell a la que no ha llegado ni un sólo avión- o la superpoblación de trabajadores que, según el ministro, tenía la sede de la Generalitat en Bruselas, ciudad en la que Margallo desarrolló como eurodiputado el grueso de su carrera política.

Durante una entrevista en la cadena Cope, el titular de Asuntos Exteriores y Cooperación apuntó a las autonomías como las principales culpables del "agujero" del déficit del Estado. "Somos el único país del mundo en que se han inaugurado aeropuertos peatonales", lanzó en clara referencia a las instalaciones de Castellón, a día de hoy, sin uso pero con un equipo de personas que trabaja con sueldos de altos cargos. Una enmienda a la gestión de la Generalitat durante la etapa de Francisco Camps que todavía cargó con una mayor dosis de crítica al referirse a la utilidad de la oficina que el Consell tiene abierta en Bruselas.

García-Margallo, al que el PP de la Comunidad siempre consideró su cuota en las listas al Parlamento Europeo, reveló que la Comunidad llegó a tener a sueldo en la capital de la UE a "sesenta y tantas personas". Sin embargo, el eurodiputado que se encargaba de abordar las cuestiones relacionadas con la acción política de la Generalitat no le veía utilidad a esa oficina. "Personalmente, nunca he llamado. Era más sencillo coger el teléfono y hablar con el conseller de turno", aseveró. "El mayor desajuste lo han provocado las autonomías, a las que corresponde la mayoría del agujero", subrayó el ministro que, no obstante, atribuyó la "responsabilidad" del descontrol tanto a las autonomías como al Gobierno. "El gran problema es que Zapatero incumplió su deber de vigilar y controlar a las comunidades. Todas o gran parte de las regiones españolas han hecho gastos bastante absurdos", se lamentó.

La única concesión que hizo Margallo a los gestores de la Comunidad fue el déficit de financiación. Los cálculos del grupo de expertos de las Cortes lo cifran en unos 1.000 millones anuales. "La financiación autonómica era incompleta", matizó el ministro. "En la Comunidad el problema era que faltaba por contar un millón de personas que sí que iban a los servicios sociales, pero el Estado no transfería dinero para que lo hiciesen", puntualizó el ministro antes de defender la decisión de Rajoy de "relajar" la previsión de déficit para dejarlo en el 5,8% y no en el 4,4% previsto en un principio.

Alberto Fabra espera una propuesta de Ecclestone para la Fórmula 1

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, espera tener la próxima semana "una propuesta" encima de la mesa del magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, para tomar una decisión sobre la celebración del Gran Premio de Europa. Durante un acto en Valencia, Fabra admitió que "aún estamos en negociaciones, a la espera de que el señor Ecclestone nos haga la propuesta", manifestó el jefe del Consell. "No está cerrada la solución definitiva", apuntó Fabra. Entre otras posibilidades, se baraja alternar la organización de la carrera en Valencia y Cataluña. Unos días antes de su dimisión, Camps firmó la continuidad del Gran Premio, al menos, hasta el año 2019. Suprimirla comporta una indemnización. redacciÓN